El grupo brasileño Ultra anunció
hoy la adquisición por US$725,6 millones de la red de distribución de combustibles de la
multinacional Texaco en Brasil.
Con el negocio, Ultra, que ya controlaba la red Ipiranga, pasa a
ser la mayor red de distribución privada de combustibles de Brasil,
con puestos en todo el país, y a competir directamente por el
liderazgo del mercado con la petrolera estatal Petrobras.
"Las operaciones de Ipiranga y Texaco formarán una red de más de
5.000 puestos, con 23% de participación en el mercado
brasileño", informó Ultra en un comunicado.
El negocio incluye cerca de 2.000 puestos y 48 bases de
distribución de Texaco.
La adquisición de Texaco le permite a Ipiranga superar a Shell
(15% del mercado), cuya red de distribución fue adquirida
este año por el grupo brasileño Cosan, y acercarse a BR
Distribuidora, subsidiaria de Petrobras y líder del mercado con
cerca del 39%.
Además de la red Ipiranga, Ultra actúa en el mercado brasileño de
distribución de combustibles mediante su subsidiaria Ultragaz, que
es la mayor distribuidora de gas licuado de petróleo de Brasil.
El grupo Ultra es uno de los mayores del país y también actúa en
los sectores de química, petroquímica y logística.
"Ipiranga consolidará su posición como segunda mayor
distribuidora del país, capacitada para competir en todo el
territorio nacional. Las ganancias de escala generadas por la unión
de Ipiranga y Texaco resultarán en servicios de mejor calidad y una
mayor competitividad", según el presidente de Ultra, Pedro
Wongtschowki, citado en el comunicado.
Según la nota, el contrato para la adquisición del negocio de
distribución de combustibles de Texaco en Brasil fue firmado este
mismo jueves y el pago será hecho con recursos propios de Ultra.
La negociación será completada probablemente a comienzos de 2009,
cuando Texaco separe sus negocios con lubrificantes de la red de
gasolineras, ya que dicho sector no fue adquirido por Ultra.
La adquisición tampoco se extiende a las actividades de
exploración de petróleo y gas que Texaco realiza en Brasil por
intermedio de Chevron.
El acuerdo prevé que Ultra puede usar la marca Texaco hasta por
cinco años mientras realiza una gradual sustitución por la marca
Ipiranga.
El grupo Ultra prevé que la fusión de las dos redes permitirá
ganancias de escala en la utilización de las bases de distribución,
en una mayor eficacia en el proceso de ventas, en la reducción de
los gastos de propaganda, en el desarrollo de productos y en la
administración del negocio.
Los puestos de Ipiranga controlados por Ultra están en las
regiones sur y sudeste de Brasil, las más industrializadas y
pobladas, y con el negocio la red extenderá sus operaciones a las
regiones norte, nordeste y centro-oeste de Brasil, en las que Texaco
está presente y que registran actualmente altas tasas de
crecimiento.
Ultra fue uno de los socios del consorcio, junto a Petrobras y a
Braskem, que el año pasado adquirió por 4.000 millones de dólares el
el grupo Ipiranga, con negocios en refino, distribución de
combustibles y en petroquímica.
Los activos de Ipiranga fueron repartidos entre los tres
compradores y Ultra se quedó con los puestos de la red de
distribución en el sur y el sudeste de Brasil.