Con un intercambio comercial que en 2024 llegó a US$ 1.199 millones, la relación económica entre Chile y Bolivia podría ir de menos a más con el nuevo mandatario Rodrigo Paz, expresó Alberto Salas, presidente del Consejo Empresarial Binacional.
“Indudablemente que la relación empresarial se va a fortalecer y esperemos que también las inversiones”, señaló el extimonel de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), quien detalló que si bien existe una gran actividad de empresas chilenas en Bolivia, “estamos lejos del potencial y de lo que tenemos, por ejemplo, en Perú” y los negocios están muy vinculados al consumo y comercio.
Según cifras de la Subrei, en las últimas dos décadas la inversión de Chile en Bolivia apenas roza los US$ 300 millones. Pese a ello, en el país altiplánico, están presentes grandes compañías chilenas, como Latam. Desde 2014, la cervecera de los Luksic, CCU, está en dicho mercado mediante Bebidas Bolivianas (BBO) y participa en las categorías de cervezas, aguas y bebidas gaseosas, no alcohólicas y a base de malta.
Por su parte, Coca Cola Embonor -ligada a la familia Vicuña- vende al año más de 170 millones de cajas de bebidas en el país y está presente en las principales ciudades, como La Paz, Cochabamba, Sucre, Oruro y Tarija.

Alberto Salas, expresidente de la CPC.
También está la británica Inchcape, que adquirió Derco a la familia Del Río, y comercializa en esas latitudes marcas como Suzuki, Chevrolet, Changan, Mazda y JAC, a las que agregó Renault y Joylong tras comprar la firma chilena.
En el sector de transporte, el Ferrocarril Antofagasta Bolivia, ligado a la matriz minera del grupo Luksic, opera desde el siglo XIX, aunque actualmente es manejado por ejecutivos y sociedades bolivianas y no directamente por el clan de origen croata.
El otro histórico convoy que transita entre ambas naciones es el de la estatal EFE: el Ferrocarril Arica-La Paz. Salas contó que fue restaurado y alcanzó a realizar algunos viajes, pero la presión de los empresarios camioneros bolivianos frustró una mayor actividad.
Clave en la integración bilateral son los puertos, en particular los de Arica y Antofagasta, que por los tratados internacionales derivados de la Guerra del Pacífico, tienen la obligación de llevar carga de la nación altiplánica al mundo.
Para el expresidente de la CPC, con el nuevo mandatario electo se abre una nueva etapa en las relaciones bilaterales y por ello espera que la delegación diplomática escale y se designen embajadores, dado que actualmente solo tenemos representación consular.
¿En qué pueden invertir los empresarios chilenos en Bolivia? “Hay una gran oportunidad en la minería, tanto metálica como no metálica. Bolivia es un país rico en recursos naturales mineros y Chile tiene toda la experiencia para aportar”. También, agregó, “los empresarios chilenos pueden ayudar mucho a Bolivia en servicios y logística y, por cierto, Chile puede ser la puerta de salida de los productos bolivianos al mundo”.
A su vez, según Salas, los empresarios bolivianos pueden exportar a Chile productos agroindustriales, minerales y otros, como hidrocarburos.