Concepción se alista para recibir este martes la flor y nata del empresariado del Biobío, convocado para el 37° Encuentro Regional de la Empresa (Erede), en medio de vientos electorales y dolores económicos propios de la zona, que aún aquilata el impacto del cierre de Huachipato.
A la icónica cita también asistirán el ministro de Hacienda, Nicolás Grau, y el recién nombrado biministro de Economía y Energía, Álvaro García, así como líderes gremiales del país y los equipos económicos de los candidatos presidenciales.
“Estamos vitrineando quién es nuestro mejor candidato o candidata y si está alineado con nuestra región o no. Es un momento de renovación para mirar con optimismo, hacer diagnósticos, buscar oportunidades, ver el vaso medio lleno y pedirle a los presidenciables que incorporen en sus agendas las prioridades que cada región está pidiendo”, dice en la antesala del evento su anfitrión, el presidente del Instituto Regional de Administración de Empresas (Irade), Nelson Donoso.
“Vivimos en un ambiente tenso y a veces en Chile se ve mal ser optimista. Pero en Irade creemos que la problemática de las regiones la vamos a resolver sentados a la mesa. Por eso, no vamos a claudicar nunca a nuestra vocación de convocar al diálogo”.
- ¿Hay algún candidato que les genere mayor confianza?
- No, nos mantenemos ajenos a una opinión política. Somos pro desarrollo económico, creemos en el diálogo, en la confianza y en la empresa privada, y necesitamos alguien que promueva esos valores.
- ¿Cuán presente han estado las regiones en el debate?
- Poco. Siento que los candidatos no han estado conectados con la importancia que la Región del Biobío tiene en la incidencia de la economía de Chile. La dinámica de las economías regionales deberían tomársela con mayor profundidad y espero que en la segunda vuelta estén mucho más conectados con la región y con sus pilares industriales.
- ¿Cuáles son los mayores dolores del Biobío?
- El dolor de Chile es la seguridad y en la región no es distinto. Pero es más grave aún, porque no tenemos solo los problemas convencionales de seguridad, sino que también los asociados a las provincias de Arauco y del Biobío, donde el terrorismo ha actuado y llevamos tres años con estado de excepción. Es difícil pensar hacer empresa en industrias como la forestal, por ejemplo, donde trabajadores son asesinados mientras hacen su trabajo. Sin duda es uno de los mayores dolores de la región y tenemos que resolverlo; queremos tener el derecho de vivir en paz.
- ¿Eso pedirán a los candidatos?
- Eso, seguridad, y certeza jurídica. En esta región tenemos vocación manufacturera, forestal, somos pescadores, agricultores, tenemos a la academia, la vocación de emprender, de innovar, los minerales críticos; y el gran dolor ahí es que te cambien las reglas del juego mientras ya estás funcionando. Esa incertidumbre no le permite a las industrias ir al ritmo que debiesen y estamos perdiendo oportunidades que pasan frente a nuestros ojos. Entonces, cuando hacemos tambalear el tablero, eso nos termina pegando a todos.
De alguna manera perdimos la forma correcta de mirar la importancia de hacer empresa, que requiere condiciones elementales como la seguridad, la certeza jurídica y los permisos en tiempo y forma.
- Económicamente, ¿cómo está la región hoy versus el inicio de este gobierno?
- El cierre de Huachipato provocó un cambio importante y creo que no hemos hecho aún el luto de lo que significó, pero no se puede responsabilizar al Gobierno de turno, sino que más bien a la globalización y la desventaja de competir con China. Pero claro, si se hace el análisis de cuál era la situación hace cuatro años versus hoy, estamos definitivamente más mal.
- ¿El Biobío está en crisis?
- Absolutamente.
- ¿Y siente que La Moneda los ha dejado de lado?
-Esto es una problemática de los tres poderes del Estado. Pero, por ejemplo, tras Huachipato el ministro Grau siempre estuvo acá. Ahora, las regiones tienen una deficiencia de relación con el Ejecutivo. Y cuando una región tiene al delegado y al gobernador de bandos políticos opuestos, eso ralentiza las sinergias, y eso es lo que nos ha pasado durante este Gobierno. Creo que, de alguna u otra manera, eso nos ha afectado.
Sin embargo, junto a los gremios hemos tocado las puertas y hemos sido bien recibidos. Fuimos de menos a más y sentimos que hemos logrado encontrar caminos para conectar con el Gobierno.
- ¿Cuánto puede sumar a Chile el desarrollo del Biobío?
- La energía potencial que tenemos para innovar y crecer no existe en otras regiones. Estamos conectados a uno de los mayores yacimientos de gas del mundo, en Argentina; tenemos excelentes relaciones con el gobernador de Neuquén y accedemos directamente, vía oleoducto, al petróleo. Limitamos con Ñuble y La Araucanía, de donde viene gran parte del alimento de Chile; tenemos un potencial turístico increíble y somos la cuna de la academia. Conectamos con 11 puertos del mundo y contamos con un aeropuerto fantástico.
- ¿Cómo han sido estos cinco meses presidiendo Irade?
- Es complejo, porque vivimos en un ambiente tenso y a veces en Chile se ve mal ser optimista. Sin embargo, en Irade creemos que la problemática de las regiones la vamos a resolver sentados a la mesa y, por eso, no vamos a claudicar nunca a nuestra vocación de convocar al diálogo.
Proyecto de tierras raras
Donoso es además gerente general de Aclara Resources, la firma que desarrolla un inédito proyecto de tierras raras en Penco y que acaba de presentar su segunda Adenda ante el SEIA. “De aquí a fin de año estamos pensando en tener la Resolución de Calificación Ambiental. Así de optimistas estamos”, revela.
El ingeniero civil químico afirma que la iniciativa podría ser un pilar más de la economía regional, con la creación de 2.200 empleos. “El aporte que queremos hacer en minerales críticos puede cambiar el mundo y poner a Biobío en el mero centro de la electromovilidad”.