Industria

Nova Austral presenta segunda propuesta de reorganización y delinea plan para una eventual venta de la empresa

Propuesta abre dos caminos. El primero, que se condone la deuda con los bonistas y buscar financiamiento para un nuevo capital de trabajo y, el segundo, buscar un comprador en el corto plazo.

Por: Martín Baeza | Publicado: Miércoles 6 de septiembre de 2023 a las 12:46 hrs.
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Tras no lograr consenso entre sus acreedores, Nova Austral, la salmonera que adeuda unos US$ 560 millones, elaboró una nueva propuesta de reorganización judicial que presentó esta semana al Juzgado de Letras y Garantía de Porvenir. El proceso es mirado con mucha atención en esa región, dado que la compañía es la principal empleadora de Tierra del Fuego.

La nueva oferta de la salmonera contempla dos opciones. La primera, consiste en una condonación de los créditos de los principales acreedores, para luego buscar un financiamiento de US$ 23 millones para poder continuar con las actividades económicas de la compañía.

Los bonistas, representados por Nordic Trustee como agente de garantías, son los principales acreedores –representando casi un 75% de la deuda- y sus créditos se condonarían en un 100%. Como contraprestación, Nova Austral les daría el derecho preferente para participar como inversionistas en el financiamiento del capital de trabajo.

Entre esos tenedores de bonos destaca Fratelli Investments, sociedad ligada a la familia Solari Donaggio. La administradora de fondos Moneda Asset Management también estaba en ese grupo, pero recientemente vendió sus bonos a un fondo inglés.

Tras ellos, en la lista viene el banco noruego DNB, cuyos créditos se condonarían en un 50%, reprogramándose la otra mitad.

Vender la empresa

De no aceptarse esta primera opción, el plan B que presentó Nova Austral contempla reprogramar los créditos de todos los acreedores garantizados –que tengan algún derecho de prenda sobre la empresa- para pagarlos en una sola cuota en septiembre de 2024, tras vender la compañía.

En el detalle, la propuesta señala que “se iniciará un proceso de venta ordenada de la totalidad de las acciones, cuyo producto se destinará a prepagar obligatoriamente los créditos de las acreedores garantizados financieros (bonistas), conforme a sus preferencias legales”.

Y esta vez, Nova Austral delineó todo el proceso con que se llevaría a cabo esta venta.

Los actuales titulares de las acciones transferirían todos sus instrumentos de patrimonio a Nordic Trustee, la entidad que representa a los tenedores de bonos. Estos últimos, como nuevos accionistas, nombrarán un nuevo directorio y quedarán controlando la compañía.

Luego, se iniciará un proceso para vender el 100% de las acciones, otorgando un mandato, antes del 5 de octubre, a Larrain Vial “u otro asesor de similar naturaleza” para materializar la venta.

Con esto, se conformaría una sala de datos electrónica para los potenciales interesados y las ofertas tendrían que presentarse antes del 1 de noviembre.

Vale decir, en el caso de que se tome este camino, Nova Austral también buscaría obtener financiamiento por unos US$ 20 millones para sostener las operaciones en el corto y mediano plazo y pagar a los acreedores menores, cuyos créditos se reprogramarían de aprobarse cualquiera de las dos alternativas presentadas en el acuerdo.

La trama tras la propuesta

La reorganización vino a coronar una serie de procedimientos judiciales en que está la salmonera, partiendo por una serie de infracciones ambientales que tienen a exejecutivos de la compañía formalizados y por las que la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) acabó revocando concesiones a la empresa, uno de los motivos por los que su situación financiera se hizo insostenible.

En paralelo, tanto Moneda como los Solari Donaggio se han querellado contra un representante de Altor –fondo noruego que controla la salmonera- y otros exdirectores y exejecutivos de la empresa, acusando haber sido estafados al momento de invertir, precisamente por el ocultamiento de las infracciones ambientales.

Meses antes de que se iniciara la reorganización, los acreedores ya habían estado intentando lograr un acuerdo para reparar la situación, pero no se logró. Los bonistas responsabilizaron al DNB Bank, por no querer ceder en el cobro de sus créditos.

De hecho, la startup Xepelin, acreedor menor en el proceso, intentó excluir al banco de la votación del acuerdo acusándolo de querer liquidar la compañía, sin embargo, el tribunal rechazó la solicitud. Xepelin apeló a esta resolución.

En paralelo, el hecho de que la empresa esté colgando de un hilo tiene en vilo a Porvenir. Según ha dicho la propia salmonera a la justicia, cerca de 3.000 trabajadores, entre directos e indirectos, dependen de la empresa. Tras una serie de movilizaciones, en mayo, hasta el propio Presidente Gabriel Boric llegó a reunirse con los sindicatos de Nova Austral.

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