"Pretium doloris", en latín, "el precio del dolor". Así se titula una carta abierta del ex presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, divulgada este martes y a días de que la Fiscalía cerrara sin formalizados la investigación en torno al bullado caso por tráfico de influencias que apuntaba al reconocido Ingeniero Civil en Minas.
"Luego de más de 5 años de un silencio autoimpuesto, me dirijo a ustedes para compartir el cierre de una etapa compleja en mi vida", introduce Pizarro en el documento de una página, donde destaca que "la decisión incuestionable de la Fiscalía ratifica mi actuar, libre de toda sombra de duda o sospecha". "Solo deseo cerrar este capítulo amargo en el ocaso de mi vida profesional y olvidar los sinsabores y amarguras que vivimos como familia", expresa.
“Hoy, por fin, respiramos aliviados y podemos mirar hacia atrás con la dignidad intacta, aunque con cicatrices profundas”.
El caso en cuestión estalló en noviembre de 2019, cuando Canal 13 emitió una investigación en la que se acusaba a Pizarro de un supuesto conflicto de interés, al haber favorecido a una empresa contratista de Codelco, en División Salvador, cuyo dueño era socio y amigo de su hijo, entre quienes además se habría producido una compraventa de una vivienda en Chicureo. En diciembre del mismo año, la estatal presentó una querella por el delito de tráfico de influencias, donde se apuntaba que el histórico minero habría usado su cargo para beneficiar a su hijo.
Sin embargo, a fines de abril, Fiscalía decidió no perseverar en el procedimiento, al no acreditar ningún indicio de delito en los hechos imputados contra Pizarro. En el caso también participó el Consejo de Defensa del Estado en representación de Codelco.
"La investigación plasmada en una carpeta investigativa de miles de fojas, reúne -entre otras materias- la revisión de mis cuentas bancarias, las de mi familia, mis bienes y mi conducta durante más de 60 años de trayectoria profesional", plasma el ex ejecutivo de la cuprera en su escrito. "Desconozco los motivos de quienes, tergiversando hechos, impulsaron una querella que afectó profundamente mi honra y la de mi familia".
"Un hecho infundado dañó mi carrera profesional y el bienestar familiar. Ha sido una daño tremendo, profundo y prolongado, cuyas secuelas se extendieron a muchas dimensiones de nuestras vidas", lamenta Pizarro y explica que, a raíz de los cuestionamientos en su contra, optó por retirarse de toda actividad empresarial, "dicido a limpiar mi nombre y el de los míos"; "de forma impensada, puse una pausa a mi vida como minero".
Con una destacada carrera en el sector minero nacional y 53 años de trayectoria, el ex presidente ejecutivo de la estatal finaliza expresando que "hoy, por fin, respiramos aliviados y podemos mirar hacia atrás con la dignidad intacta, aunque con cicatrices profundas".
Respecto a posibles acciones legales, el abogado de Pizarro, Samuel Donoso, dijo que “efectivamente don Nelson nos ha pedido estudiar los hechos para ejercer eventuales acciones, pero prefiero no referirme con más detalle a ello”.