O. Barnes y G. Meyer en Nueva York
Elliott Management adquirió una participación de alrededor de US$ 4 mil millones en PepsiCo y planea impulsar una reestructuración en el grupo de bebidas y snacks, con el objetivo de reanimar su debilitado precio en bolsa.
La inversión, revelada en una carta publicada por el fondo activista este martes, es una de las mayores posiciones de Elliott y ocurre en un momento en que la bebida cola homónima de Pepsi ha perdido cuota de mercado y el crecimiento en su negocio de snacks —que incluye marcas como Lay’s y Doritos— se ha desacelerado.
En la carta dirigida al directorio de Pepsi, Elliott instó al grupo a revisar sus operaciones de embotellado y su portafolio de productos, invertir en marcas de rápido crecimiento y fortalecer la supervisión corporativa para revertir la caída del precio de las acciones.
“Aunque desafortunada, esta trayectoria decepcionante ha creado una oportunidad histórica: con la mentalidad adecuada y un plan de reestructuración lo suficientemente ambicioso, PepsiCo representa hoy una rara ocasión para revitalizar a una empresa global líder y desbloquear un valor significativo para los accionistas”, señaló la misiva.
El fondo también indicó que buscaba “colaborar con el directorio y la gerencia para devolver a PepsiCo a su lugar legítimo”.
El precio de la acción de PepsiCo cayó cerca de 16% en el último año, lo que le otorga una capitalización bursátil de poco más de US$ 200 mil millones. Este martes, sin embargo, sus títulos repuntaron 2,3% en Nueva York.
Los aranceles —incluidos los aplicados al aluminio utilizado por los embotelladores de Pepsi— han agravado los problemas de la compañía, presionando sus márgenes.
Ofensiva contra Pepsi
La participación de Elliott, reportada primero por The Wall Street Journal, la sitúa entre los cinco principales inversionistas de Pepsi, excluyendo los fondos indexados. El hedge fund, que administra más de US$ 67 mil millones, tomó el año pasado participación en Honeywell, su mayor compra en una empresa transada en bolsa hasta la fecha, lo que aceleró la división de ese conglomerado industrial.
La ofensiva contra PepsiCo se suma a otras apuestas de Elliott en reconocidas marcas de consumo estadounidenses, incluyendo su participación en Starbucks, que el año pasado derivó en la rápida sustitución del director ejecutivo.
PepsiCo señaló en un comunicado este martes que revisará la presentación de Elliott, y destacó que “mantiene un diálogo activo y productivo con nuestros accionistas y valora los aportes constructivos para generar valor a largo plazo”.
La empresa, dirigida por Ramón Laguarta desde 2018, dijo confiar en su estrategia, que contempla “inversiones específicas en innovación, transformación del portafolio, crecimiento internacional, así como iniciativas de productividad corporativas de varios años”.
PepsiCo solía disputar con Coca-Cola el título de la bebida más popular de Estados Unidos, pero en los últimos años ha descendido al cuarto lugar en ventas por volumen, detrás de Dr Pepper (propiedad de Keurig Dr Pepper) y Sprite, de Coca-Cola.
En su carta, Elliott argumentó que el crecimiento en el negocio de snacks de Pepsi había compensado durante años las debilidades en su división de bebidas, pero que un “escenario desafiante para el consumidor” y una serie de errores de gestión hicieron que ya no sea así.
“Esta falta de claridad estratégica, el crecimiento cada vez más lento y la rentabilidad en deterioro en los negocios de alimentos y bebidas en Norteamérica han oscurecido el enorme potencial de PepsiCo, incluyendo la significativa atracción de su negocio internacional de rápido crecimiento”, señaló Elliott.
Analistas han sostenido durante años que, para reactivar su negocio, Pepsi debería seguir el ejemplo de Coca-Cola y franquiciar una mayor parte de sus operaciones de embotellado, entregando el control a productores independientes para enfocarse más en sus esfuerzos de marketing.
Otros han especulado también que escindir su negocio de bebidas —que incluye marcas como Gatorade y Mountain Dew— podría generar valor para los accionistas. Grupos de consumo como Kraft Heinz y Keurig Dr Pepper han anunciado recientemente planes de escisión similares.