Exxon Mobil, la mayor petrolera mundial que cotiza en bolsa, informó ayer que su ganancia del cuarto trimestre de 2016 sufrió un desplome de 40% tras la amortización del valor de sus activos de gas natural de Rocky Mountain.
La firma estadounidense explicó que asumió un cargo de US$ 2.000 millones para compensar el valor de dichos activos, una medida inusual para una compañía que tradicionalmente evita esos métodos contables.
La empresa anotó así una utilidad de US$ 1.680 millones, o US$ 0,41 por acción, en el último trimestre de 2016. Este resultado fue 40% menor al promedio estimado de 21 analistas de Bloomberg.
Las cifras además se comparan con los US$ 2.780 millones, o US$ 0,67 por papel, alcanzados en el mismo período del año previo.
Excluyendo la amortización Exxon ganó US$ 0,90 por acción. Bajo esta medición, los analistas esperaban ganancias de US$ 0,70 por título, de acuerdo con Reuters.
Esta caída del beneficio de la compañía petrolera es la mayor de la última década y prolonga una racha muy negativa: nueve trimestres consecutivos de descensos en términos interanuales, la peor serie desde 1988, según Bloomberg.
Millonaria venta
Por su parte, su rival Royal Dutch Shell anunció dos desinversiones por US$ 4.700 millones, entre incluyendo la venta de una parte de sus activos del Mar del Norte a una firma de capital privado respaldada por Chrysaor, que se convertirá en uno de los tres mayores productores de petróleo y gas del Reino Unido. Shell busca reducir así deuda tras su adquisición de BG el año pasado por US$ 54.000 millones.