Kimberly-Clark, fabricante de Huggies y Andrex, acordó la compra de Kenvue, propietaria de Tylenol, por US$ 48.700 millones, sumándose al repunte de las fusiones y adquisiciones en Estados Unidos y encaminando este año a ser récord en grandes operaciones.
Con sede en Texas, Kimberly-Clark anunció el lunes un acuerdo en efectivo y acciones por Kenvue, que ha tenido dificultades como empresa pública desde su separación de Johnson & Johnson en 2023. La transacción, una de las mayores en el sector de consumo en varios años, coronó un frenético día de fusiones y adquisiciones en el mundo corporativo estadounidense.
Ese mismo día, SM Energy y Civitas anunciaron una fusión por US$ 13.000 millones, Eaton adquirió la empresa de refrigeración líquida Boyd Thermal por US$ 9.500 millones, y la minera de oro Coeur Mining compró a su rival New Gold por US$ 7 mil millones.
Este cuarteto de operaciones se suma a una ola reciente de grandes fusiones y adquisiciones, mientras las compañías estadounidenses aprovechan la apertura del gobierno de Trump a los grandes acuerdos, la posibilidad de nuevas bajas de tasas de interés y una disminución de las tensiones comerciales globales.
No todos los acuerdos fueron bien recibidos por los inversionistas: las acciones de Kimberly-Clark cayeron 13% en las primeras horas del lunes, reduciendo el valor de la parte en acciones de la transacción, mientras que Kenvue subió casi 17%.
Mal momento para Tylenol
Kenvue ha tenido un desempeño complicado desde su escisión de Johnson & Johnson en 2023, con una caída bursátil de cerca de un tercio en lo que va del año. El mes pasado, el presidente estadounidense Donald Trump instó a las mujeres embarazadas a evitar el uso de Tylenol, citando vínculos no comprobados con el autismo.
Posteriormente, el secretario de Salud de EEUU, Robert F. Kennedy Jr., admitió que “no hay evidencia suficiente” para afirmar que el popular analgésico “definitivamente causa autismo”. Aun así, Kenvue enfrenta una demanda del fiscal general de Texas por supuesta publicidad engañosa sobre la seguridad de Tylenol. Según TD Cowen, este posible litigio representa un riesgo para Kimberly-Clark en la adquisición.
El director ejecutivo de Kimberly-Clark, Mike Hsu, dijo a los analistas que la empresa consultó con los “principales expertos científicos, médicos, regulatorios y legales del mundo” durante la revisión del acuerdo, calificándolo como una “oportunidad generacional de creación de valor”.
Por su parte, el CEO de Kenvue, Kirk Perry, declaró: “Respaldamos firmemente la ciencia y la seguridad de nuestros productos”.
La intervención del gobierno de Trump ocurrió mientras Kenvue atravesaba una reestructuración de liderazgo y una revisión estratégica para evaluar una posible venta total o parcial, presionada por fondos activistas.
La venta a Kimberly-Clark representa una de las mayores operaciones de consumo de los últimos años, superando la compra de Kellanova por Mars por US$ 35.900 millones en 2024. Kenvue posee un amplio portafolio de marcas, entre ellas Listerine, Neutrogena y la línea Johnson’s Baby.
Los accionistas de Kenvue recibirán US$ 3,50 por acción en efectivo, además de aproximadamente 0,14 acciones de Kimberly-Clark por cada título de Kenvue. Tras la operación, los accionistas de Kimberly-Clark poseerán el 54% de la compañía combinada, mientras que los de Kenvue controlarán el resto.
A comienzos de este año, Kenvue incorporó al consejo a Jeff Smith, cofundador de Starboard Value, y otros fondos activistas —como Third Point, Toms Capital y Sachem Head Capital Management— se sumaron a su registro accionario.
JPMorgan comprometió el financiamiento para la transacción. Kimberly-Clark también planea financiar parte del acuerdo con los ingresos de la escisión de su unidad internacional de papel tissue prevista para este año.