Nokia vuelve a reinventarse para apostar a la nueva revolución en la web
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Es un hecho. Un día después de que la finlandesa Nokia y la francesa Alcatel-Lucent confirmaran que se encontraban en "negociaciones avanzadas" para la combinación total de sus negocios, ya hay un acuerdo definitivo.
La adquisición de Nokia de su rival francés dará lugar a un gigante de las redes de telecomunicaciones, capaz de competir con el líder del mercado de telefonía móvil, la sueca Ericsson, y la china de bajo costo Huawei. Pero sobre todo, supone un paso más en la reinvención de la compañía con sede en Espoo, Finlandia, luego de quedarse rezagada hace unos años al no detectar con la suficiente antelación la revolución que supondrían los teléfonos inteligentes.
Como resultado, Nokia se quedó fuera de un negocio billonario y se lanzó a una estrepitosa caída de la que ahora está tratando de salir. Y lo quiere hacer a lo grande; su visión está puesta en 2020 y en los desarrollos 5G.
Poco francés
La transacción entre Nokia y Alcatel, valorada en US$ 16.600 millones, se realizará mediante una oferta pública de intercambio de acciones: los accionistas de Alcatel-Lucent recibirán 0,55 acciones de la nueva empresa por cada título de la antigua.
De esta forma, Nokia se quedará con el 66,5% del grupo resultante y Alcatel con el 33,5% restante, creando un gigante con cerca de 114.000 empleados y unos US$ 27.500 millones de facturación.
El acuerdo ha sido visto por muchos como "muy poco francés", especialmente porque ha sido un gobierno socialista en París el que ha hecho entrega de un sector fundamental para la economía nacional.Es más, la adquisición ni siquiera ha sido disfrazada de una fusión entre iguales: la sede estará en Finlandia, el nuevo grupo se llamará Nokia Corporation y el CEO actual de Nokia estará a cargo, lo que desmuestra un sorpresivo giro en el instinto intervencionista de Francia que normalmente se opone a las adquisiciones de sus campeones locales por parte de rivales extranjeros.
Máquinas inteligentes
Desde que el año pasado vendiera su división de teléfonos móviles a Microsoft, Nokia se ha concentrado en la venta de equipos y software de telecomunicaciones.
Las compañías están apostando a obtener una ventaja conectando millones de máquinas inteligentes que todavía no se han inventado.
El advenimiento de la tecnología móvil a las conexiones de alimentación de alta velocidad para todo, desde autos sin conductor a robots, fue un factor clave en las negociaciones de fusión, según fuentes cercanas.
Las empresas estarían ansiosas por empezar a construir escala en investigación y desarrollo antes de la implementación de los sistemas de quinta generación (5G).
La instalación de los sistemas requerirá una amplia transformación de la infraestructura inalámbrica para permitir velocidades 100 veces más rápidas que la mejor tecnología disponible en la actualidad. GSM Association, que representa a los operadores móviles, estima que estos gastarán US$ 1,7 billones (millones de millones) en redes entre 2014 y 2020.
"Alcatel no tiene los medios para desarrollar una solución 5G competitiva" por su cuenta, dijo a Bloomberg Alexander Peterc, analista de Exane BNP Paribas.
ADN corporativo
Si bien son varias las empresas cuyos primeros productos distan mucho de sus divisiones de negocio actuales, la forma incasable en la que Nokia se reinventa es un claro rasgo de su ADN corporativo.
La firma comenzó su vida en 1865 cuando el finlandés Fredik Idestam abrió una fábrica de celulosa. Con el paso del tiempo, se instaló junto a él una empresa de caucho, lo que resultó en una fusión que originó Nokia y que fabricaba desde calzado a neumáticos. Años más tarde, una tercera empresa de cableado se unió al conglomerado, empezando así su vocación tecnológica.