Multinacionales

Rechazo de Unilever a Kraft aumenta presiones para mejorar resultados

Administración tiene seis meses para demostrar a los accionistas que puede estar mejor siguiendo su camino por sí sola.

Por: María Akbulyakova | Publicado: Martes 21 de febrero de 2017 a las 04:00 hrs.
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El gigante de alimentos y productos para el hogar Unilever está en una compleja situación. Su abrupto rechazo del “acuerdo amistoso” de Kraft Heinz por US$ 143.000 millones y el posterior retiro de la oferta hizo que sus acciones se hundieran el lunes tras saltar el viernes por el anuncio.

El nuevo escenario aumenta las presiones al CEO de la anglo holandesa, Paul Polman, para mostrar que la empresa puede funcionar mejor por sí sola.

“Lo único que pudo haber traído Kraft Heinz al negocio eran mayores márgenes”, dijo a Bloomberg James Targett, analista de Berenberg. “Unilever necesita demostrar que puede lograr el incremento sólido de ingresos que se espera de la empresa”. Aunque Polman ya ha anunciado planes de recortes de costos, podría tener que aumentar sus metas, dijo el experto.

Una alternativa podría ser separar las operaciones de alimentos de Unilever de las de cuidado personal y productos para el hogar, especuló Credit Suisse. Eso podría dar a cada división más margen para cuerdos de fusión y compras.

Mercado expectante

Reflejando las preocupaciones, las acciones de la empresa se hundieron 9% ayer, aunque luego revirtieron parte de la caída, cerrando la jornada con un retroceso de 6,5%. Los papeles se habían disparado 13,4% el viernes en Londres después del anuncio.

“El precio de las acciones de Unilever aún tiene un excelente desempeño (...) En esta etapa me parece muy poco probable que Unilever quede sujeta a una adquisición porque va a poder mejorar sus defensas y enfocarse más en la rentabilidad”, dijo a Reuters un importante accionista del grupo.

Sin embargo, los mercados esperan que el acuerdo no esté cerrado por completo. “Kraft Heinz puede volver a ofrecer una bienvenida a algunos o todos los activos de alimentos de Unilever”, dijo Martin Deboo, analista de Jefferies, en una nota.

Londres se desmarca

Ahora, ambas empresas tienen seis meses –el periodo durante el cual no se puede volver a presentar una oferta según la legislación británica– para demostrar sus capacidades y revaluar posiciones.

Sin embargo, persisten las preocupaciones por la situación regulatoria. Aunque el portavoz de Theresa May aseguró ayer que el gobierno británico no tiene nada que ver con el fracaso del acuerdo, la primera ministra se había manifestado en contra de compra de Cadbury por parte Kraft en 2010. La operación hubiese sido la mayor compra de una empresa británica por una extranjera en la historia.

Mientras tanto, los mercados especulan que el próximo blanco de Kraft podría ser Mondelez o General Mills.

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