Multinacionales

Shell compra BG por US$ 70 mil millones, en la mayor operación del sector petrolero de una década

Con la fusión, Shell aumenta 20% su producción y 25% sus reservas de petróleo y gas. El valor de mercado de la empresa conjunta ascenderá a US$ 298 mil millones.

Por: | Publicado: Jueves 9 de abril de 2015 a las 04:00 hrs.
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Royal Dutch Shell acordó adquirir a su rival BG Group cerrando una de las mayores operaciones en el sector energético en más de una década y la primera tras el reciente desplome del precio del crudo.

La fusión, cerrada por 47 mil millones de libras (US$ 70 mil millones), dará lugar a una compañía valorada en más de 200 mil millones de libras (US$ 298.560 millones) e impulsará notoriamente el crecimiento de su producción. De paso, la angloholandesa recortará distancia con la líder estadounidense Exxon Mobil.

La operación se financiará con una combinación de efectivo y acciones. Shell pagará 383 peniques y 0,4454 acciones propias por cada título de BG; en total, unos 1.367 peniques por acción, según declararon ayer las compañías. Esta propuesta ofrece una elevada prima, casi 52% frente al precio promedio del papel de BG en los últimos 90 días, y establece un alto nivel para cualquier rival que pudiese aparecer, como Exxon, que ya indicó que aprovecharía la caída del mercado petrolero para expandirse.

El valor de mercado de la empresa fusionada, que liderará el director ejecutivo de Shell, Ben van Beurden, dobla el tamaño de BP y supera a Chevron.

La lógica fusión
La lógica fundamental de una fusión "siempre ha existido, lo que ha sucedido en el último mes es que ha llegado a ser muy convincente desde la perspectiva de valor", dijo Van Beurden ayer en una conferencia telefónica. El CEO de Shell aseguró que un componente importante del acuerdo es que la nueva empresa será el mayor productor de Gas Natural Licuado (GNL) entre las compañías internacionales de petróleo y gas, asegurándole mayor protagonismo en economías que buscan sustitutos de energías más contaminantes.

La operación es la tercera mayor adquisición de una empresa de gas y petróleo de la historia y dará acceso a Shell a proyectos valorados en miles de millones en Brasil, África Oriental, Australia, Kazajistán y Egipto, incluyendo algunas de las iniciativas más ambiciosas del mundo GNL.

Shell lucha por recuperarse de su peor racha de producción en 17 años (3,08 millones de barrilles diarios en 2014) y tiene un bajo historial en la reposición de su base de reservas, la clave para futuros flujos de caja.

La fusión con BG cubre esa brecha incrementando sus reservas de petróleo y gas en 25% y su producción en 20%, consignó Financial Times. Además, Shell espera que la integración genere un ahorro de
US$ 2.500 millones anuales, lo que ayudaría a compensar la caída de sus ingresos a causa del precio del crudo.

Las dudas del mercado
Una de las dudas que surgen ante este acuerdo es si Shell tiene suficiente capacidad financiera para cerrar la compra. Su estrategia antes de la caída del precio del petróleo se enfocó en reducir su endeudamiento y aumentar el flujo de caja. La elevada prima y la oferta en efectivo podrían comprometer el balance de la angloholandesa.

"Shell está haciendo una apuesta arriesgada porque si el precio del petróleo y el gas no se recupera (en los próximos 24 meses), estará en una situación difícil en términos de flujo de caja", dijo Richard Gorry, director de JBC Energy Asia, según Reuters.

El mercado reaccionó con tibieza al anuncio. La acción de Shell perdió ayer más de 5%, mientras que la de BG se disparó 40%, hasta los 1.300 peniques, y cerró la sesión con una ganancia de 26%.

Sin embargo, los analistas ven claro que esta operación generará una nueva oleada de fusiones, como ya ocurrió a finales de los '90 en otro ciclo bajista del crudo (cuando Exxon adquirió Mobil y BP compró Amoco y Arco), como medida para reducir costos y reestructurar beneficios.

ExxonMobil quiere unirse a la fiesta de fusiones y adquisiciones petroleras

ExxonMobil es consciente de que su fortaleza financiera le da oportunidades que la mayoría de sus competidores no tienen. Como explicó su presidente ejecutivo, Rex Tillerson, a analistas el mes pasado, la empresa se mantiene flexible ante oportunidades interesantes que pudieran surgir y, bajo esta perspectiva, el tratar de romper el acuerdo entre Shell y BG no sería algo imposible, consignó Financial Times. Sin embargo, los expertos estiman más probable la adquisición de una compañía de tamaño similar a BG para no ser el último en buscar "pareja de baile" en la actual coyuntura del sector.

Desde hace tiempo, se veía a Exxon como potencial interesado en BG ya que, al igual que Shell, trabaja en aumentar su producción, que ha pasado de los 4,3 millones de barriles equivalentes al día en 2001 a 4 millones en 2014.

Las atractivas posiciones que tiene BG, como el petróleo en aguas profundas de Brasil y gas frente a la costa de Tanzania en África, podrían beneficiar la fortaleza financiera de Exxon y sus capacidades técnicas.
La compra de BG serviría además también para ganar posiciones en la exportación de GNL desde Estados Unidos, una carrera donde ha quedado a la zaga.

Si se decide, Exxon tiene capacidad para luchar por BG. Tiene mayor tamaño, un bajo nivel de deuda y calificación crediticia triple A que le da más probabilidades de reunir una oferta en efectivo mayor que la de Shell. Sin embargo, además de que las ofertas hostiles son raras en este sector, sería difícil evitar que una adquisición de acciones diluyese las ganancias por algún tiempo y no está tan presionado como Shell para lograr un acuerdo.

Pero Exxon tiene otras opciones entre compañías especializadas -como Hess, Continental Resources o Apache-, que podrían calzar mejor con sus necesidades, según un análisis de Wolfe Research. Aun así, es muy probable que el acuerdo de Shell-BG gatille otros gracias al punto de referencia que otorga al sector.

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