La petrolera brasileña Petrobras admitió la "hipótesis" que la venezolana
PDVSA desista de la refinería binacional que ambas acordaron construir
en el nordeste de Brasil y cuyas obras comenzó sin ningún aporte
financiero de la estatal de Venezuela.
El director de
abastecimiento de Petrobras, Paulo Roberto Costa, admitió hoy en una
rueda de prensa que la compañía brasileña ha aplazado algunas
inversiones en la refinería ante la "hipótesis" que la empresa
venezolana finalmente desista del negocio.
La refinería
binacional Abreu y Lima está en construcción en el estado brasileño de
Pernambuco y se calcula que entrará en operaciones en 2012, con
capacidad para procesar diariamente 230.000 barriles de crudo procedente
de Brasil y de Venezuela.
Las negociaciones comenzaron en 2005 y desde entonces ambas empresas intentan poner fin a varios desacuerdos.
Pese a que el contrato definitivo de accionistas y el estatuto de la
empresa binacional ya fue firmado y prevé que la compañía brasileña
tendrá una participación del 60% y la venezolana el 40%, Petrobras
decidió iniciar las obras unilateralmente porque PDVSA no ha conseguido
los recursos comprometidos.
"Tenemos que comprar una unidad
especial de reducción de azufre que cuesta entre 350 millones y 400
millones de dólares para poder procesar el petróleo venezolano, pero no
la vamos a adquirir mientras se mantenga la indefinición", dijo Costa.
"Contamos con plazo hasta el 2012 para definir si compramos o no esa
unidad. Estamos trabajando con esa hipótesis (de que Petrobras asuma
sola el proyecto)", agregó el dirigente en una rueda de prensa que dio
hoy en Río de Janeiro con el presidente de la compañía, José Sergio
Gabrielli, quien hace sólo dos semanas había manifestado su confianza en
la resolución de los problemas.
Costa dijo que, para
garantizar su parte en el proyecto, PDVSA tendría que desembolsar 7.600
millones de reales (unos 4.470 millones de dólares) como contrapartida a
préstamos asumidos por Petrobras y a los gastos que ya hizo en la
construcción de la refinería.
"Es mucho dinero", dijo al ser interrogado sobre si PDVSA tendría disponibilidad para hacer esa inversión a corto plazo.
El dirigente explicó que, pese a que los acuerdos ya fueron firmados y
no hay ningún impedimento contractual, PDVSA tiene que superar dos
escollos que le impiden asumir su parte en la refinería.
"Inicialmente tiene que asumir su responsabilidad por el 40% de un
préstamo ya concedido por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y
Social (BNDES) de Brasil y en el que su parte equivale a 3.600 millones
de reales (unos 2.117 millones de dólares). Ellos no han dado las
garantías exigidas por el banco por el préstamo y están negociando eso",
dijo.
"Después tendrían que hacer un aporte de capital por el
40% de lo que Petrobras ya invirtió en la refinería, lo que significa
que tendrían que desembolsar US$ 2.353
millones", agregó.
Costa dijo que Petrobras no
tiene ninguna previsión de cuándo PDVSA podrá superar esos problemas y
agregó que, mientras tanto, "avanza rápidamente" en la construcción de
la refinería con la intención de que comience a operar a finales de
2012.
El director explicó que Petrobras está construyendo dos
circuitos diferentes en la refinería, una para el petróleo brasileño y
otra para el venezolano, puesto que no pueden ser mezclados, pero que,
"en la hipótesis de que PDVSA no participe", podrán adaptarlos para el
petróleo brasileño.