Toyota tampoco se libra de la enorme crisis que está
atravesando el sector del automóvil, y como la mayoría de los fabricantes,
planea una reestructuración de plantilla en sus principales mercados de
Occidente.
Según informa Europa Press, la empresa nipona quiere adaptar
su producción al fuerte descenso de la demanda de automóviles en todo el mundo.
La empresa, que registrará las primeras pérdidas operativas de su historia,
redujo un 37% sus ventas en Estados Unidos en diciembre pasado.
Dada la situación actual, la corporación se plantea una
posible aplicación de paros temporales y la supresión de empleos indefinidos en
Reino Unido y Norteamérica. Los recortes se efectuarían mediante bajas
voluntarias.
Un portavoz oficial de Toyota se limitó a señalar que la
compañía está evaluando la posibilidad de ejecutar recortes de costos
adicionales en Norteamérica, ante la recesión "sin precedentes" de la
industria de automoción.