Toyota anunció hoy que terminará
de construir una nueva planta de montaje de vehículos en el estado
de Misisipi pero que no instalará el equipo de producción y
retrasará de forma indefinida su puesta en funcionamiento ante la
acusada caída de las ventas en Estados Unidos.
"Toyota seguirá y terminará esa porción del proyecto. Esto
colocará la inversión total de Toyota en US$300 millones.
Pero pararemos otras actividades, como la instalación de
equipamiento", afirmó la empresa japonesa a través de un comunicado.
El edificio de la nueva planta de Tupelo (que estaba destinada
para producir el híbrido Prius a finales de 2010) está finalizado en 90%.
"Debido a la incertidumbre del mercado, es imposible decir en
este momento cuándo se iniciará la producción. Para los trabajadores
que ya están empleados en Toyota Misisipi su trabajo es seguro",
añadió Toyota.
En noviembre las ventas de Toyota cayeron un 34% en
Estados Unidos, siguiendo la tendencia de todo el sector.
El anuncio se produce pocos días después de que el fabricante
anunció un amplio rediseño de la estructura ejecutiva de la unidad
encargada de la ingeniería y producción en Norteamérica.
A principios de diciembre Toyota inició la producción en la
localidad canadiense de Woodstock de una nueva planta de montaje,
que fabricará, entre otros modelos, el todoterreno RAV4.
Pero pocos días después de la apertura Toyota anunció que
reducirá su carga de trabajo y que ampliará las vacaciones navideñas
en sus plantas en Canadá y EE.UU. para reducir su producción.
En Estados Unidos la producción será detenida seis días en la
planta que tiene en Indiana y nueve días en la de Kentucky.