Internacional
A un año del estallido, la primavera árabe estaría “recién comenzando”
La inestabilidad continuará, aunque la calma en los grandes productores de crudo tranquiliza a la economía global.
Por: Equipo DF
Publicado: Lunes 19 de diciembre de 2011 a las 05:00 hrs.
Por Marco Fajardo
El sábado se cumplió un año desde que Mohamed Bouazizi se quemara a lo bonzo. Con su acto, el joven tunecino protestó luego de que la policía le quitara mercadería que vendía sin permiso. Su caso inició una revuelta popular en Túnez y el mundo árabe que provocó la caída de gobiernos en ese país, Egipto, Libia y parcialmente en Yemen, dejando miles de muertos y profundos cambios políticos.
En Bahrein las protestas terminaron con la intervención militar de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU). También hubo protestas en Argelia, Jordania y Marruecos. En Siria la represión todavía no ha terminado.
La rebelión desembocó hasta el momento en comicios en Túnez y Egipto, donde ganaron los partidos islámicos, que en el pasado sufrieron una dura represión. En el primero se impuso Ennahda, mientras en Egipto lleva la delantera la Hermandad Musulmana.
“Esto recién comienza, este no es el final de las revueltas árabes, sino recién el comienzo”, asegura el analista internacional argentino Pedro Brieger. Agrega que en la región, donde este año cayeron cuatro gobiernos, persiste una gran inestabilidad.
“Hartazgo”
Entre las causas “comunes a todo el mundo árabe”, Brieger cuenta “gobiernos autoritarios de 30 o 40 años, falta de libertades públicas”, así como un “hartazgo generalizado, especialmente entre los jóvenes, que no veían ninguna posibilidad de desarrollo personal” en países donde “había que tener conexiones y relaciones para poder avanzar”.
Esto ocurrió además en países donde la mayoría de la población vivía en malas condiciones, con excepción de los petroleros como Kuwait, Qatar y EAU, con un mejor nivel de vida.
EEUU en contra
Para Brieger, la influencia de EEUU se vio afectada en la región, ya que salvo el caso de Siria, los gobiernos caídos eran aliados de Washington. Luego EEUU trató de buscar reemplazantes afines, según Brieger, que apuntó al Ejército de Egipto, segundo receptor mundial de ayuda militar de EEUU después de Israel.
“Lo que más preocupa a EEUU es que puedan derrocar a gobiernos donde hay mucho petróleo”, como Arabia Saudí, Kuwait, Qatar y EAU, al primero de los cuales además le vende mucho armamento, señala Brieger. El analista descarta mayores efectos en la economía mundial, ya que ninguno de los gobiernos que cayó produjo un impacto en el sector petrolero.