Los representantes de 17 países del continente –reunidos hoy en Lima para discutir la situación en Venezuela- en una declaración conjunta desconocieron a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y sus decisiones y respaldaron al parlamento del país y a su destituida fiscal general, Luisa Ortega.
Además, acordaron crear un mecanismo permanente para monitorear la situación en el país y agendaron la próxima reunión para la tercera semana de septiembre, cuando se celebra la Asamblea Nacional de la ONU.
"Es una declaración importante y significa un apoyo a restablecimiento de democracia en Venezuela" afirmó el canciller chileno, Heraldo Muñoz, exigiendo una negociación "creíble, sincera y con efectos reales".
La declaración llegó horas después de que la ANC aprobó en su tercera sesión de hoy un decreto que subordina los poderes públicos del país a la organización. Según explicó su vicepresidente, Aristóbulo Istúriz, el decreto otorga facultades al organismo para "reformar, limitar las funciones" de otras instituciones, sin dar más detalles. La presidenta del organismo, excancillera Delcy Rodríguez, indicó anteriormente que según la constitución los poderes públicos no podrán impedir las decisiones del nuevo cuerpo.
A la vez, la ANC aprobó el acuerdo de solidaridad con el mandatario por los "ataques" desde EEUU y con las fuerzas armadas, por el "ataque terrorista" del grupo armado en Valencia el fin de semana.