Desde mediados de junio, el Shanghai Composite se ha dejado alrededor de 32% de su valor, y todavía podría caer otro 10%, explicó a DF el estratega jefe de cartera de Wells Fargo Fund Management, Brian J. Jacobsen. Para el experto, sin embargo, la situación es distinta de la crisis financiera global y el contagio hacia otros mercados sería pequeño.
- ¿Qué ha provocado el desplome?
- Lo que está ocurriendo podría haberse gatillado cuando las autoridades chinas decidieron en mayo elevar los requisitos de margen de los operadores, provocando probablemente parte de la venta. Desde ahí, se ha producido un efecto "bola de nieve".
La fuerte subida en el precio de las acciones chinas empezó en noviembre, como resultado del programa de conexión bursátil entre Shanghi y Hong Kong que inyectó un gran flujo de liquidez e impulsó los precios mucho más allá de lo razonable. Esto iba a tener un fin, la cuestión era cuándo se iba a producir.
- ¿Qué impacto puede tener en la economía China?
- No creo que vaya a tener un gran impacto en la economía. Una razón es que está afectando solamente a entre 20 y 30 millones de ciudadanos, principalmente de clase media a alta. Es una gran cantidad de gente, pero un pequeño porcentaje de la población del país. Lo que está teniendo lugar es algo muy especulativo y, básicamente, no creo que afecte al gasto de los consumidores. Tampoco creo que vaya a afectar a las empresas, porque para financiar sus operaciones, la mayoría recurren a la generación de efectivo o de préstamos bancarios, no dependen de levantar dinero en el mercado de acciones, como otras compañías en países desarrollados.
- ¿Y en otros mercados?
- Puede haber un ligero y rápido contagio, pero no creo que se produzca un efecto grave sobre otros mercados o economías. Está afectando al mercado de commodities y esto se debe, probablemente, porque cuando hay caída en los precios las personas que buscan un margen se encuentran en la posición de tener que vender cuando pueden, en lugar de cuando quieren.
No veo que sea como en la crisis financiera global, donde, de pronto, el precio de las viviendas se desplomó en Estados Unidos y generó una cascada de problemas a nivel global. En mi opinión, el contagio va a ser muy pequeño en este caso.
- ¿Cuál es su previsión?
- El mercado va a estabilizarse, la cuestión es a qué nivel. El gobierno está haciendo todo lo que puede para afrontar la situación pero está siendo inadecuado. Restringir la capacidad de venta de los accionistas por seis meses es un acto de desesperación, no es bueno, en realidad podría crear más miedo que confianza. Podríamos tener todavía una caída de 10%. Y siendo el típico evento en que el mercado sobrerreacciona, podríamos ver una caída del 20%, pero que las acciones vuelvan al valor al que deberían transar costará alrededor de un 10% desde donde están.
- ¿Es una corrección sana o podría producirse un 'crash'?
- Creo que se trata de una corrección sana, incluso si se produce un colapso porque lo que no ha sido sano es que las acciones incrementaran su valor tan rápidamente.
La gente tiene que recordar que los mercados de valores, tanto en EEUU como en China, son riesgosos. No puede esperar que los precios siempre vayan hacia arriba. Esto puede ser un buen recordatorio para los inversionistas que invierten en mercados riesgosos.
Es triste cuando la gente pierde dinero en estas situaciones, pero puede que así tomen decisiones más racionales a futuro.