Según los primeros sondeos, Hillary Clinton, ex secretaria de Estado de Estados Unidos y precandidata presidencial, reafirmó en la noche del martes su influencia al interior del Partido Demócrata gracias a sus intervenciones en el primer debate de primarias del partido. La cita, celebrada en Las Vegas, reunió a los cinco precandidatos demócratas que compiten en la carrera hacia la Casa Blanca: Clinton, Bernie Sanders (senador por el estado de Vermont), Martin O’Malley, Lincoln Chafee, Jim Webb, discutieron ante las cámaras de CNN sus puntos de vista sobre el control de armas, Wall Street, inmigración y la política de EEUU en Siria, entre otros temas.
Para la mayoría de los analistas, Clinton tuvo un desempeño astuto y efectivo, lo que sirvió para calmar los temores de algunos demócratas preocupados porque el uso de su correo electrónico privado mientras formaba parte del gobierno de Barack Obama esté lastrando sus aspiraciones electorales, recogió Reuters. Fue precisamente el inesperado apoyo de su rival Bernie Sanders el que ayudó a zanjar el tema al avalar la defensa de Clinton de que su decisión de no utilizar el correo del gobierno fue errónea, pero estaba más enfocada en las cuestiones de política.
Minutos después de este acercamiento, Sanders arremetió contra el gobierno del ex presidente Bill Clinton, marido de Hillary, por su desregulación de Wall Street en la década de los ’90 y Clinton, que trata de frenar el impulso de su rival en los sondeos, lo atacó directamente por decir que EEUU debería modelar su economía siguiendo el ejemplo de países europeos como Dinamarca, Suecia y Noruega. Sanders, quien se describe como “socialista democrático”, afirmó no estar de acuerdo con el sistema capitalista.
Aunque ausente, la figura del vicepresidente Joe Biden estuvo presente en el encuentro. El desenvolvimiento de Clinton podría, de un solo golpe, haber neutralizado la amenaza de Sanders y reducido los llamados para que Biden evalúe buscar la nominación presidencial, según los expertos. “Creo que Biden tiene menos espacio”, dijo Brad Bannon, un estratega demócrata en Washington. “La gente tenía dudas de cómo podía manejarse Hillary. Creo que lo hizo bien”.