Corea del Norte confirma participación en JJOO y accede a diálogo militar con Seúl
A pesar de un giro significativo, Pyongyang rechazó negociar la desnuclearización de la península y expertos advierten que buscará ganar concesiones.
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El mandatario surcoreano, Moon Jae-in, puede anotar la primera victoria de su enfoque pacífico hacia Corea del Norte. Ayer, apenas iniciadas las conversaciones entre los países vecinos después de dos años de silencio, logró un giro importante en la postura de Pyongyang, que accedió a participar en los Juegos Olímpicos de invierno en Corea del Sur e iniciar un diálogo militar con Seúl.
Reunidos en el pueblo de Panmunjom, en la zona desmilitarizada a sólo metros de donde hace dos meses un soldado norcoreano fue abatido a tiros al cruzar la frontera hacia el sur, las delegaciones acordaron "desactivar la actual tensión militar y sostener conversaciones militares", aún sin fecha del inicio.
"Las montañas y ríos enteros están congelados. No sería una exageración decir que las relaciones intercoreanas están todavía más congeladas", dijo al inicio de la reunión el jefe del equipo norcoreano, Ri Son-gwon. "Pero así como bajo el hielo el agua sigue fluyendo sin descanso, el deseo de la gente de ver diálogo no se puede frenar".
Así, y tras once horas de conversaciones, los representantes del gobierno de Kim Jong-un accedieron a mandar una delegación de altos funcionarios, atletas y animadores a los JJOO que empiezan el próximo mes en la ciudad surcoreana de Pyeongchang, mientras que Seúl insinuó que podría tomar "pasos previos" para facilitar el acceso de la delegación norcoreana, levantando las sanciones impuestas a algunos funcionarios del régimen.
Según el gobierno surcoreano, Pyongyang también respondió "positivamente" a la propuesta de que los atletas de ambas Coreas marchen juntos en la ceremonia de apertura del evento deportivo.
Los avances de ayer se suman a la decisión de la semana pasada de reanudar la comunicación por el "teléfono rojo" entre los dos países, que empezará a funcionar hoy.
Desnuclearización
A pesar de un tono general optimista, el tema clave entre los países –la desnuclearización de la península coreana- quedó lejos de cualquier tipo del acuerdo incluso preliminar. Pyongyang aseguró que sus armas "están dirigidas sólo a Estados Unidos, y no a nuestros hermanos, ni a China y Rusia", y por lo tanto cualquier presión por "causaría consecuencias negativas y arriesgaría convertir todos los logros de hoy (ayer) en nada".
También quedó sin respuesta otra propuesta de Seúl, la reunión de las familias separadas por la guerra coreana en el Año Nuevo asiático el 15 de febrero. "Para empezar, ya está la mitad de la tarea hecha, pero no podemos quedar satisfechos con la primera cucharada", comentó Chun Hae-sung, viceministro de Unificación surcoreano.
Reacción internaciona
La reacción internacional no se dejó esperar. El portavoz del gobierno de Japón Yoshihide Suga dijo que "los JJOO son una fiesta de la paz, y elogiamos el cambio de la posición de Corea del Norte, que demostró la intención de participar". Sin embargo, agregó que el programa nuclear y de misiles del país sigue "amenazando la existencia pacífica de Japón y de toda la región" y que "no hay ningún cambio en nuestra política de presionar al Norte".
Beijing, por su parte, también elogió las negociaciones y dijo que todos los pasos positivos son bienvenidos, mientras que Moscú aseguró que "este es exactamente el tipo del diálogo que hemos dicho que era necesario".
Desde EEUU, a pesar del intercambio de declaraciones ofensivas en los últimos meses, el mandatario estadounidense Donald Trump se mostró la semana pasada sorpresivamente conciliador, abriendo la posibilidad de conversar con Kim y caracterizando el diálogo entre las dos Coreas como un "gran comienzo". También suspendió los ejercicios militares con Seúl durante los JJOO.
Ayer, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional confirmó que EEUU enviará una delegación a Corea del Sur, tras las insinuaciones de que el país podría boicotear los Juegos al confirmarse la presencia de Pyongyang. "La participación de Corea del Norte es una oportunidad para el régimen de apreciar los beneficios de terminar su aislamiento internacional mediante desnuclearización", agregó. Sin embargo, desde la Casa Blanca afirmaron que la participación de Pyongyang no tiene que violar las sanciones de la ONU.
Dudas pendientes
A pesar de que cualquier tipo de acuerdo entre las Coreas era inimaginable hace sólo unos meses –después de varias pruebas de misiles y la nuclear de Pyongyang y las sanciones impuestas en respuesta por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas- algunos expertos advierten que el diálogo puede socavar los esfuerzos por poner presión sobre el gobierno de Kim Jong-un.
"A Corea del Norte no le cuesta nada financieramente o políticamente tener estas negociaciones y es una buena estrategia para dividir a Washington y Seúl", dijo a FT Sue Mi Terry, exanalista de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU. "Las conversaciones no van a ninguna parte", aseguró, por su parte, Dennis Blair, exjefe de inteligencia nacional.