Eurozona comienza el año con fuerte crecimiento y pone presión al BCE y su programa de estímulos
Tras la dura confrontación del fin de semana, autoridades británicas y europeas buscan bajar tensión por el Brexit.
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La economía de la zona euro se expandió 1,7% en el primer trimestre de 2017, según las cifras publicadas ayer por la Oficina Europea de Estadísticas, otro dato fuerte que pone presión al Banco Central Europeo (BCE) para terminar con su programa de estímulos.
Mientras que las autoridades no proporcionaron detalles de la cifra, los economistas evalúan que se debió al consumo interno y la inversión empresarial, beneficios del euro débil y estímulos del BCE.
La cifra se suma a una serie de datos positivos de Europa: el desempleo está en sus menores niveles en siete años, la inflación cumplió la meta del BCE de “justo por debajo de 2%” y la confianza de empresas y consumidores está en sus máximos en años.
“Las cifras del PIB confirman la visión de que la zona euro puede volverse una sorpresa positiva para el crecimiento global del año”, señaló a FT Carsten Brzeski, economista del banco ING-DiBa.
Las cifras europeas contrastan fuertemente con los datos de EEUU, cuya economía creció apenas 0,7% en el primer trimestre, su peor resultado desde principios de 2014. Sin embargo, la zona de la divisa única se expandió menos que el Reino Unido, que a pesar de las preocupaciones por el impacto del Brexit avanzó 2,1% entre enero y marzo.
Presión al BCE
Las buenas noticias ponen más presión al BCE para terminar con su programa de compra de bonos, que recién la semana pasada dejó sin cambios en 60.000 millones de euros (US$ 65.500 millones) mensuales hasta finales del año. “Si y cuando las incertidumbres políticas desaparecen todavía más después de elecciones en Francia este domingo, la presión cíclica a la suba ganará más impulso”, dijo Brzeski. Así, se espera que en su reunión en junio la institución señale que el pronóstico económico ya no está “con riesgos a la baja”, sino que balanceado.
Brexit duro para todos
Y mientras que los riesgos franceses podrían desaparecer este domingo, otro tema clave es –y lo seguirá siendo por dos años más– las negociaciones por el Brexit. Cuando recién acaban de comenzar, la discusión ya subió de tono la semana pasada, con los 27 países restantes de la UE exigiendo un enfoque duro hacia el Reino Unido en una cumbre sobre el Brexit.
Ayer, el principal negociador europeo, Michel Barnier, señaló que si alguien esperaba que las “negociaciones concluyeran rápidamente y sin dolor“, “no será el caso“.
A la vez, la primera ministra de Inglaterra, Theresa May, echó más leñas al fuego señalando que los “burócratas europeos” intentan influir con sus amenazas en los resultados de elecciones parlamentarias que adelantó para junio. Ayer los sondeos daban a su partido conservador una ventaja de 17 puntos frente al principal partido opositor, los laboristas, que se encuetran con su apoyo a niveles históricamente bajos.
Hoy, ambas fuerzas políticas se enfrentarán en elecciones locales.