El gobierno británico no podrá activar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa de la Unión Europea (UE), necesario para empezar las negociaciones del Brexit, sin la aprobación del Parlamento, sentenció ayer el Tribunal Superior de Inglaterra.
“El tribunal no acepta el argumento presentado por el gobierno. Decidimos que el gobierno no tiene poder para notificar el Artículo 50”, dijo el juez John Thomas, uno de los tres magistrados que formaban parte del panel. “La regla más fundamental de la constitución es que el parlamento es soberano y puede aprobar o desaprobar cualquier ley que quiera”, señaló Thomas, agregando, sin embargo, que la decisión no cuestiona los resultados del referéndum.
El gabinete de la primera ministra Theresa May quedó decepcionado con la decisión y ya confirmó que va a apelar al fallo. “El país votó en favor de salir de la UE en un referéndum aprobado por leyes del Parlamento. El gobierno está decidido a respetar el resultado del referéndum”, afirmó el secretario de Comercio Exterior, Liam Fox.
El caso, que fue presentado ante la Justicia por los ciudadanos Gina Miller, dueña de una start-up de inversiones, y Deir Dos Santos, un peluquero, complicaría todavía más al poder ejecutivo. “Sin embargo, es un fuerte recordatorio de que se debe respetar las leyes constitucionales durante el proceso del Brexit. Al final del día, llevará a un cambio fundamental en el orden constitucional británico”, señaló Nikos Skoutaris, profesor de derecho de la UE en la Universidad de East Anglia.
Dos caminos
Los parlamentarios ahora tienen dos opciones, según expertos consultados por Reuters: una votación simple para aplicar el Artículo 50, o una ley que permita a Gran Bretaña abandonar la UE, que tendría que ser debatida en las cámaras. El mejor escenario para el gobierno sería evitar el proceso legislativo presentando una “moción sustantiva”, una propuesta lista para discutir y votar.
Algunos parlamentarios ya expresaron sus dudas de que la sentencia pueda revertir la votación popular. “Estoy preocupado de que podemos estar al borde de la traición. Temo que habrá un intento para bloquear o demorar la aplicación del Artículo 50. No tienen idea del nivel de ira pública que provocarán”, dijo en su Twitter Nigel Farage, líder del Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP).
Aunque la mayoría de los parlamentarios de la Cámara Baja (74% de los 650 miembros, según datos de la Universidad de East Anglia y analistas de Nomura) apoyaron previamente la campaña para permanecer en la UE, no lo harían de nuevo, ya que fueron elegidos en los distritos donde la mayoría de los votantes optó por la salida. Sin embargo, si el caso llega a la Cámara de Lores, no electa, donde los conservadores no tienen mayoría, May podría perder la votación.
La intervención del parlamento podría además impedir que el gobierno asuma un enfoque más radical en sus negociaciones con Bruselas, lo que ha sido calificado por un “Brexit duro”, en donde el Reino Unido no sólo abandonaría el bloque sino que también perdería el acceso al mercado único y a los acuerdos aduaneros.
Reacciones y críticas
“Es necesaria la transparencia y responsabilidad ante el Parlamento en términos del Brexit”, apoyó la decisión de la corte el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, agregando, sin embargo, que respeta los resultados de la votación de junio.
Según la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, la decisión es “muy significativa” y muestra el “caos” y “confusión” dentro del gobierno en su prisa por salir de la UE. “El gobierno no tiene una posición coherente y sabe que si lleva el caso a la cámara eso quedaría en evidencia”, dijo.
La apelación a la Corte Suprema comenzará el 5 de diciembre.
Banco de Inglaterra descarta volver a bajar la tasa este año tras derrumbe de la libra
El Banco de Inglaterra (BoE, su sigla en inglés) descartó ayer un nuevo recorte en su tasa de interés este año y dijo que a partir del próximo las probabilidades de un cambio en cualquier dirección están equilibradas.
El banco central ha sufrido fuertes críticas por recortar los tipos a un mínimo histórico de 0,25% en agosto, tras la aprobación del Brexit, y sugerir nuevas bajas este año.
Sin embargo, el derrumbe de la libra a su menor nivel en 31 años frente al dólar tras el referendo, ha aumentado las presiones inflacionarias, reduciendo el margen para más estímulo.
Por otra parte, el BoE anticipó un menor impacto a corto plazo por el Brexit, aunque advirtió que el acceso británico a los mercados de la Unión Europea podría verse "materialmente reducido", lo que dañaría el crecimiento durante "un período prolongado".
De esta manera, la política monetaria quedó en una posición neutra, lo que significa que hay posibilidades equilibradas de alzas o bajas.
"Hay límites respecto a cuánto puede tolerarse la inflación por encima del objetivo", señaló el Comité de Política Monetaria del BoE en un comunicado, tras predecir que la inflación se elevará a 2,7% en el mismo período del próximo año, casi el triple que su nivel actual y cuando se esperaba que volviera a 2% recién en 2020.
La decisión de la institución emisora impulsó un rebote ayer de la divisa a su máximo de tres semanas. La libra además se vio sostenida tras el fallo que redujo las perspectivas de un quiebre entre Londres y Bruselas.
El cambio de postura del BoE agradaría a la primera ministra, Theresa May, quien dijo el mes pasado que su política monetaria ultralaxa tiene "malos efectos secundarios" para los ahorristas.