La agencia de medición de riesgos Fitch rebajó dos escalones la calificación crediticia de Cataluña, desde BBB- hasta BB, situándola en la consideración de bono basura, debido a la aprobación, por parte del parlamento catalán, de la resolución que da inicio al proceso independentista.
Fitch ha adoptado esta decisión al entender que este pronunciamiento de la Cámara catalana puede afectar a la relación de cooperación de la Generalitat con el gobierno español.
Se trata del primer pronunciamiento de una de las tres agencias de referencia en materia de 'rating' después de la resolución independentista aprobada esta semana, que asegura que el Parlamento catalán no se supeditará a las decisiones de las instituciones del Estado español, entre ellas el Tribunal Constitucional, que ha suspendido dicha resolución.
Fitch recuerda, en este sentido, que el Ejecutivo español tiene "amplios poderes" para intervenir en caso de desobediencia del gobierno de Cataluña, como por ejemplo la facultad que le otorga el artículo 155 de la Constitución de suspender la autonomía.
En este escenario, Fitch advierte de la incertidumbre acerca de si Cataluña continuará o no beneficiándose de la liquidez que ahora le facilita el Gobierno a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). En consecuencia, le asigna una calificación de acuerdo a su "perfil crediticio intrínseco".
Pese a todo, Ficth considera que el proceso de independencia no alterará la actividad económica y da por sentado que el gobierno español continuará prestando asistencia financiera a la Generalitat a través del FLA.
El pasado 23 de octubre, la agencia Moody's revisó a la baja la perspectiva de Cataluña, de positiva a estable, aunque mantuvo su calificación en Ba2, equivalente a bono basura.
Antes de ello, S&P ya había situado en bono basura la deuda catalana, al otorgarle una nota de BB- el día 9 de ese mismo mes.