El cuestionado ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acusado de supuesta corrupción, aceptaría ser el nuevo ministro de Dilma Rousseff.
Según da cuenta el diario O Globo, de ese país, pese a que aún está pendiente una conversación que se realizará hoy con la mandataria, "Lula" advirtió a varios cercanos que decidió aceptar la invitación para unirse al ministerio.
Desde hace días, la prensa brasileña especula con la posibilidad de que Lula asuma un ministerio, un rumor sobre el que Rousseff ha sido preguntada directamente y que se negó a comentar, con la excusa de que las decisiones del Gobierno "no se discuten" con la prensa.
El presidente del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, le dio alas a los rumores este lunes, cuando defendió que el exmandatario ocupe un puesto en el gabinete.
"Es una decisión difícil que tiene que ser pensada", admitió Falcao, quien sin embargo manifestó su apoyo a la idea, que tanto en el PT como en el Gobierno es vista con buenos ojos por la "capacidad de articulación" que tiene el expresidente, que sería útil frente a la aguda crisis política que enfrenta Rousseff.
Lula está en serios problemas con la justicia y ha sido acusado formalmente por la Fiscalía de Sao Paulo de lavado de dinero vía ocultación de patrimonio y falsificación de documentos, cargos que la justicia analiza pero aún no ha aceptado.
Por ese asunto, la Fiscalía de Sao Paulo llegó a pedir incluso su detención preventiva por supuestas maniobras para "obstaculizar a la justicia", sobre lo cual el tribunal tampoco se ha pronunciado.
Por el contrario, la jueza de Sao Paulo a cargo del caso declinó su competencia este lunes y solicitó que la causa sea asumida por el juez federal Sergio Moro, responsable de indagar la corrupción en la estatal Petrobras, por las que Lula también es investigado.