María Ignacia Alvear C.
El acuerdo logrado por los ministros de Finanzas y banqueros centrales del G20 que estableció un grupo de indicadores económicos para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) monitoree los excesivos desequilibrios económicos, fue recibido con suspicacia entre los analistas, quienes lo calificaron de insuficiente y destacaron que fue un triunfo para China al lograr que no se hiciera mención de las reservas de divisas.
La lista de índices establecida incluye la deuda pública y el déficit fiscal, los ahorros y deuda privada, la balanza comercial y otros componentes de la balanza de pagos como los flujos netos de inversión. Todos reflejan, según expertos de la Economist Intelligence Unit, las tres principales preocupaciones del G20 sobre la economía: la diferencia entre los países con grandes excedentes y los con déficit en la cuenta corriente; el potencial de los problemas fiscales en los países ricos (como en la eurozona) que puede desestabilizar los mercados financieros; y la posibilidad de una política monetaria muy relajada incentive excesivos flujos de capital inflacionarios hacia los países emergentes.
Sin embargo, muchos han expresado su escepticismo y han tildado los resultados de la reunión como una “gran decepción” y consideran que los planes para una mayor vigilancia del FMI no representan un avance de las actuales funciones del Fondo. “El problema fundamental es si la vigilancia (del FMI) es verdaderamente efectiva. Si se mira los antecedentes, se concluye que no”, comentó a Financial Times el encargado de inversiones en Ashmore Investment Management, Ousmène Mandeng, quien además es ex vice jefe de división en el FMI.
“El problema es que teniendo más indicadores no va a hacer más fácil concretar pasos que traigan soluciones efectivas a los desequilibrios globales”, señaló a Reuters el analista de economía internacional de Barclays, Luca Ricci, otro decepcionado con la medida.
Logro de China
Otro punto a considerar es la voluntad de China de seguir imponiéndose en el G20. Esta vez logró que quedaran fuera de la conversaciones las reservas de divisas, que sólo en China ascienden a US$ 2,8 billones (millones de millones). Tampoco fue disuadida por la preocupación mostrada por los mercados emergentes por el yuan, como Brasil e India, por lo que se espera que haya más problemas que solucionar más adelante.
El comunicado de los ministros de Finanzas admite que las pautas indicativas no son metas vinculantes, debido a que el G20 no cuenta con un mecanismo que obligue aplicar las reglas. Esto sin considerar que está pendiente qué se resolverá si se detectan desequilibrios en la economía y qué sucederá si un país no cumple con las pautas sugeridas.