Isabel Ramos Jeldres
El gobierno de Estados Unidos comenzó a evaluar su plan de acción en caso de que el precio del petróleo continúe su escalada. Pero no es el único. Países como Corea del Sur, Tailandia e Inglaterra también están estudiando medidas para contener el alza del crudo.
El gobierno estadounidense reiteró ayer que podría recurrir a sus reservas estratégicas de petróleo (pese a que su política es liberar reservas sólo cuando se produzca una escasez significativa e inmediata de la oferta), ya que si el alto precio del petróleo se mantiene, podría dañar una recuperación que en los últimos días ha mostrado señales de consolidación.
El crudo alcanzó ayer un máximo en 29 meses en Nueva York, debido al recrudecimiento de las tensiones sociales en Libia. El petróleo ha subido cerca de 18% desde que los opositores al régimen de Muammar Gaddafi comenzaron las revueltas hace un poco más de dos semanas.
“Estamos evaluando las opciones. El tema de las reservas es uno que estamos considerando”, aseguró el jefe de gabinete de la Casa Blanca, William Daley, al programa “Meet the Press”, del canal NBC.
El alza en el precio del petróleo ha aumentado las presiones inflacionarias, lo que amenaza con golpear a los consumidores, cuyas compras representan un 70% de la economía estadounidense.
Hasta ahora, reconocieron directores ejecutivos de empresas del país, los buenos datos económicos han compensado el incremento del costo del crudo, pero si el barril se mantiene sobre US$ 110, la recuperación podría quedar en riesgo.
“Cada vez que algo como el petróleo sube de forma dramática de la noche a la mañana, se hace muy difícil adecuar un plan”, dijo a Bloomberg el presidente y CEO de Deere & Co., el mayor manufacturero mundial de equipos agrícolas, Samuel Allen.
Las aerolíneas, uno de los sectores directamente afectados por el alza de los costos, están subiendo sus tarifas, y la automotriz General Motors está disminuyendo su
stock
de autos, en caso de que caigan las ventas.
Reducción de impuestos
Japón y Corea del Sur, que se ubican entre los cinco principales importadores de crudo, afirmaron ayer que no van a recurrir a sus reservas de emergencia, pero no descartaron otras medidas paliativas.
El ministro coreano de Finanzas, Yoon Jeung-hyun, anticipó que el gobierno estudia bajar el arancel de 3% a las importaciones de petróleo, luego de que el Índice de Precios al Consumidor subiera 4,5% en febrero, superando por segundo mes la meta de 4% del banco central.
En Tailandia, las autoridades estudian suscribir un préstamo por 10 millones de bahts (US$ 330 millones) para mantener el límite a los precios del diésel de 30 bahts por litro hasta fines de abril, informó un periódico local.
Por su parte, el ministro de Hacienda del Reino Unido, George Osborne, señaló el fin de semana que en el presupuesto que presentará el 23 de marzo podría incluir una reducción al impuesto al combustible. “Sé cuán fuerte están golpeando los incrementos en los precios mundiales del petróleo a las familias británicas”, afirmó.
El impacto del alza del petróleo fue tema de discusión también de los principales banqueros centrales del mundo, reunidos en Basilea, Suiza. Según el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, las autoridades monetarias del mundo están unidas en su objetivo de evitar que los crecientes precios del petróleo presionen la inflación al alza.
“Existe una unidad sólida de propósito entre los banqueros centrales de anclar firmemente las expectativas de inflación”, afirmó Trichet. El banquero aclaró, sin embargo, que esa unidad de propósito no significa que todos los países vayan a adoptar las mismas decisiones.
Pese a que sostiene que por ahora el alza de precios será temporal, el primer director gerente del Fondo Monetario Internacional, John Lipsky, advirtió ayer que si el aumento es sostenido, podría afectar el crecimiento mundial.