El presidente de EEUU, Barack Obama, se está recuperando de los históricamente bajos índices de aprobación, dando luces sobre cómo los estadounidenses han acogido las medidas propuestas en su último discurso del Estado de la Unión que realizó a finales de enero de este año.
A menos de ocho meses de las elecciones que se realizarán en noviembre, los estadounidenses están divididos respecto de la aprobación del mandatario, con 48% apoyando su gestión, desde el 42% registrado en diciembre –el mayor avance en el índice desde que asumió el cargo en 2009– según una encuesta nacional realizada por Bloomberg entre el 7 y el 10 marzo a 1.001 adultos estadounidenses.
Fueron los independientes los que más cambiaron su postura en los últimos tres meses, pasando de un 35% de aprobación en diciembre a 42%. También las cifras fueron impulsadas por los jóvenes, cuyo respaldo se incrementó en once puntos porcentuales, mientras que las mujeres lo hicieron en ocho puntos porcentuales.
Sin embargo, la mayoría desaprueba su desempeño en una amplia gama de asuntos, que incluyen su manejo económico –el tema más importante para los estadounidenses este año– lo que amenaza las oportunidades de su partido de mantener el control en el Senado, ya que los republicanos necesitan seis puestos en las elecciones de noviembre para retomar la mayoría en la cámara.
“El aumento de seis puntos de la aprobación de Obama lo pone nuevamente en el territorio en el que usualmente está”, dijo Ann Selzer, fundadora de Selzer & Co., que condujo la encuesta, la que tiene un margen de error de 3,1 puntos porcentuales. “Tuvo un bache postelectoral en diciembre de 2012 y febrero de 2013 y luego un descenso constante”.
Aumento de salario mínimo
La encuesta es un reflejo de cómo los estadounidenses están respondiendo a los temas abordados por Obama en su discurso del Estado de la Unión, que incluyeron expandir las oportunidades económicas, incrementar la movilidad y elevar los salarios.
Dentro de este último punto, el 69% -incluyendo 45% de republicanos- aprobó la medida propuesta por el mandatario de aumentar el salario mínimo a US$ 10,1 por hora en los próximos tres años, mientras que sólo el 28% se mostró contrario a la iniciativa. Sin embargo, según los datos aportados por la Oficina Presupuestaria del Congreso que indican que el aumento del salario mínimo aumentaría los ingresos de 16,5 millones de personas, pero que derivaría en la eliminación de 500.000 puestos de trabajo, el 57% de los encuestados estimó que era inaceptable.
En tanto, entre ese 69% que apoya el aumento del salario mínimo, el 45% se mostró contrario a la terminación de esa cantidad de puestos de trabajo.
En política exterior, el 41% de los estadounidenses desaprueba la gestión del presidente sobre el conflicto en Ucrania en comparación con el 34% que lo aprueba. No obstante, el público no está acogiendo los cargos emitidos por los republicanos de que la debilidad de Obama como un líder mundial contribuyó a la tensión.