Internacional

Aumentan las protestas en China ante el creciente descontento social

El gobierno está actuando rápido para evitar que se repitan los alzamientos de Medio Oriente.

Por: | Publicado: Martes 14 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
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Las autoridades chinas intentan evitar que los levantamientos contra gobiernos autoritarios que se han registrado en Medio Oriente y norte de África se trasladen a la nación más poblada del planeta.

En las últimas semanas han tomado medidas de emergencias para aplacar un estallido étnico en Mongolia interior, con promesas de reformas, y han afrontado una ola de atentados en la sureña provincia de Jiangxi, en rechazo a las expropiaciones.

Pero en los últimos días la violencia se ha extendido a Guangdong, centro manufacturero del país. Ayer, la policía tomó las calles de Xintang, una localidad de trabajadores inmigrantes, para contener las protestas que comenzaron el viernes, luego de que la policía golpeara a una mujer embarazada. El episodio se habría producido durante un operativo contra vendedores ambulantes ilegales, la mayoría de ellos emigrantes de las provincias del suroeste. Este tipo de disputas son frecuentes y los peatones suelen tomar partido por los vendedores, acusando a la policía de usar fuerza excesiva. El caso de la mujer se ha convertido en símbolo del descontento en la provincia.

La multitud cortó el tráfico, atacó a funcionarios del gobierno con botellas y ladrillos, y prendió fuego a una comitiva de vehículos de emergencia. La policía arrestó a 25 personas.



Un nuevo fenómeno


Aunque las protestas no son nuevas en China, se han vuelto más frecuentes en las últimas semanas. La enorme región de Mongolia interior registró el mes pasado las mayores movilizaciones de la etnia local en dos décadas luego de que el vehículo de una empresa minera aplastara a un pastor que reclamaba que la enorme maquinaria espantaba a su rebaño. En tanto, a fines de mayo, tres explosiones sacudieron la provincia de Jiangxi, donde un trabajador desempleado atacó instalaciones públicas luego de que sus reclamos por una indemnización no fueran escuchados durante diez años.

Las denuncias de Qian Mingqi, que murió en una de las explosiones, quedaron registradas en un blog, que recibió luego miles de visitas convirtiéndose en una especie de héroe local, un caso similar al del vendedor que se inmoló en Túnez en protesta por la represión policial y que desató un efecto dominó de alzamientos en toda la región.

Para tratar de contener la tensión, las autoridades están actuando rápido. A principios de junio, cerca de 2.000 manifestantes atacaron las oficinas de gobierno en Lichuan, en el centro de China, tras la muerte a golpes del ex jefe de la oficina de anticorrupción de la ciudad. El gobierno ordenó ayer el arresto de los principales involucrados.

En Beijing, en tanto, unas 50 personas protestaron ayer frente al Ministerio de Ferrocarriles exigiendo compensaciones por la pérdida de trabajos.

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