El rey de los belgas, Alberto II, ha nombrado hoy al líder socialista Elio Di Rupo nuevo primer ministro y aceptó el gabinete que éste le propuso para poner fin a la crisis política que ha vivido el país durante casi año y medio.
Según un comunicado del Palacio Real, los ministros y secretarios de Estado prestarán juramento mañana para, a lo largo de la semana, someterse al voto de confianza del Parlamento y poder comenzar sus tareas.
Di Rupo será el primer valón jefe de gobierno en Bélgica desde 1974 y tendrá por delante la tarea de estabilizar la política del país tras un periodo de 541 días sin ejecutivo desde las últimas elecciones, en junio de 2010, y de aplacar la presión de los mercados sobre las finanzas públicas.
Para ello, el primer ministro se rodeará de un núcleo duro de políticos muy experimentados a cargo de las carteras clave.
Los que eran hasta ahora responsables de Finanzas, el liberal francófono Didier Reynders, y de Exteriores, el democristiano flamenco Steven Vanackere, intercambiarán sus puestos y serán los primeros vicepresidentes del Ejecutivo.
Junto a ellos estará en la cartera de Economía el veterano socialista flamenco Johan Vande Lanotte, con experiencia en varios gobiernos en la última década y una de las figuras que ha trabajado para dar una salida a la crisis política.
En total el gobierno estará compuesto por trece ministros -incluido el propio Di Rupo- pertenecientes a los seis partidos que participan en la coalición, de la que se quedan fuera los independentistas flamencos de la N-VA a pesar de haber sido la fuerza más votada en los últimos comicios.