Por
sugerencia de Lula da Silva, la presidente electa de Brasil, Dilma Rousseff, invitó
al actual ministro de Hacienda, Guido Mantega, a permanecer en el cargo.
El
espaldarazo al secretario de Estado es una señal de que la mandataria no
cambiará el rumbo definido por la gestión de Lula da Silva, consigna Infobae.
El ministro
estuvo al frente de la cartera económica durante los años de bonanza y el
crecimiento a altas tasas. Sus detractores le cuestionan haber aumentado el
gasto público sin preocuparse demasiado por la disciplina fiscal y las finanzas
públicas.
La decisión
de Rousseff fue revelada por el diario brasileño Folha. Horas antes de tomarla,
la petista se reunió con Lula en el Palacio de Alvorada.
Como en
otras ocasiones, el mandatario defendió la continuidad de Mantega en la cartera
económica y de Henrique Meirelles en la presidencia del Banco Central. Por su
parte, Rousseff le presentó una lista de nombres que pretende incluir en su
gabinete.