La japonesa Sony acordó vender su participación de casi 50% en un joint venture de pantallas LCD con Samsung por US$ 940 millones, tras ocho años consecutivos de pérdidas en el mercado de los televisores.
La venta responde al cambio de estrategia de empezar a adquirir pantallas fabricadas por empresas de otros países para sus televisores y reducir el costo de aprovisionamiento. Sony vendió sus fábricas de televisores en los últimos años y sólo conserva cuatro, a medida que los fabricantes de estos aparatos a nivel mundial tienen dificultades, porque la fuerte competencia y la débil demanda han reducido los márgenes de ganancias.
Analistas citados por Reuters, dijeron que el mercado de
US$ 100.000 millones de televisores LCD alcanzó su punto máximo en 2010. Además, pronosticaron que este mercado se contraerá de 3% a 4% anual, porque los consumidores en los países avanzados ya cambiaron sus televisores antiguos por aparatos de pantallas planas.
Cambio cultural
El CEO de Sony, Howard Stringer, anunció adquisiciones por US$ 8.400 millones este año para impulsar las divisiones más rentables de música y teléfonos e introdujo tablets para competir con el iPad de Apple. Y es que los fabricantes enfrentan lo que Credit Suisse denominó un “cambio cultural generacional en torno al consumo de video”.
En una cultura de video basada en Internet, los adolescentes no dependen de la transmisión satelital o por cable, ya que se satisfacen con “experiencias de pantallas pequeñas” y menor calidad de imagen, escribieron analistas del banco en un reporte del 28 de noviembre. Ese mes, Sony volvió a recortar su pronóstico de ventas de televisores y abandonó un plan de impulsar sus ventas a 40 millones de aparatos para el año fiscal que acaba en marzo de 2013, admitiendo la derrota ante Samsung. La surcoreana dijo ayer que se fusionará con Samsung LED, para impulsar su competitividad.