CE: Europa se ralentizará en 2011 por ajuste fiscal
En 2012 recién comenzaría el proceso de recuperación, dijo ele Ejecutivo de la región.
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La recuperación económica en la Unión Europea se ralentizará
en los próximos meses debido al efecto de las medidas de consolidación fiscal
aprobadas en la mayoría de los países, que provocarán una moderación de la
actividad hacia finales de 2010 y 2011, antes de comenzar a recuperarse de
nuevo en 2012.
La Comisión Europea confirmó hoy sus anteriores previsiones macroeconómicas,
que predicen un crecimiento del 1,5% del PIB en la zona euro y del 1,7% en el
conjunto de la UE en 2011, respecto a las expansiones ligeramente superiores
que vivirán las dos zonas en 2010, del 1,7% y del 1,8%, respectivamente.
Por países, el PIB crecerá en Alemania un 2,2%, respecto al 3,7% en 2010,
mientras que las economías francesa e italiana registrarán el mismo crecimiento
que este año, del 1,6% y el 1,1%, respectivamente.
El Reino Unido incrementará su crecimiento desde el 1,8% del PIB de 2010 hasta
el 2,2% del PIB en 2011.
"Los déficit públicos han empezado a bajar gracias a las medidas de
consolidación y a la reanudación del crecimiento. Sin embargo, esta
recuperación es irregular, y algunos estados miembros están viviendo un difícil
periodo de ajuste", comenta el comisario europeo de Asuntos Económicos y
Monetarios, Olli Rehn.
Rehn destaca, sin embargo, en una nota de prensa, que "una continuación
decidida de la consolidación fiscal y políticas encaminadas a incrementar el
crecimiento son esenciales para sentar las bases de un crecimiento sostenible y
crear empleos".
"Las turbulencias en los mercados de deuda soberana subrayan la necesidad
de acción política robusta", añade.
En su informe, el Ejecutivo de la UE refleja los "desarrollos generalmente
favorables" que se registran por ahora en la economía europea, y la
existencia de una recuperación "gradual" aunque "desigual"
entre los estados miembros.
Las condiciones del mercado laboral y de las finanzas públicas "comienzan
a mejorar", mientras que la inflación permanece "apagada".
No obstante, el órgano ejecutivo de la UE considera que la "incertidumbre
sigue siendo alta" y que los riesgos para la previsión de crecimiento no
son "despreciables", aunque por ahora están equilibrados en términos
generales.
Entre los riesgos que pueden reducir el crecimiento previsto, Bruselas destaca
la situación en los mercados financieros que continúa siendo "motivo de
preocupación", con posibles tensiones todavía, como muestra la reaparición
del nerviosismo en el mercado de la deuda soberana.