Por Leonardo Ruiz Pereira
La abrupta desaceleración que experimentó el mundo avanzado este año ya está cobrando un precio sobre los mercados emergentes, en particular, las denominadas economías BRIC. Goldman Sachs, que hace una década acuñó la sigla hace una década, advirtió que la contribución de Brasil, Rusia, India y China al crecimiento global se va a desacelerar.
Brasil, la mayor economía latinoamericana, se estancó el tercer trimestre, debido a un ambiente externo más débil y a las medidas tomadas anteriormente en el año para enfriar la demanda interna. La tendencia se profundizó en los últimos meses, con la producción contrayéndose en octubre, por lo que el gobierno está bajo fuerte presión para asegurar algo de crecimiento en el cuarto trimestre y entregar impulso a la economía para entrar en 2012.
Economist Intelligence Unit pronosticó que aparte de los pasos recientes tomados para evitar una prolongada caída, las autoridades podrían aplicar medidas de estímulo adicionales el próximo año, especialmente cuando las señales de recesión se hagan evidentes.
El PIB pasó de 3,3% en el segundo trimestre a 2,1% en el período siguiente, y la producción se contrajo 0,3% en octubre. La atención ahora está enfocada en otros indicadores para determinar si la economía tocó piso y puede recuperarse este en los últimos meses del ejercicio.
Asia se ralentiza
En el continente asiático, la realidad es similar. En India, la parálisis política y escándalos de corrupción se sumaron a la desaceleración global y al deterioro de las finanzas internas, descarrilando a la tercera economía del continente. El país enfrenta una alta inflación, una divisa depreciada y un creciente déficit fiscal junto a un sector bancario cada vez más presionado por préstamos incobrables, que llevaron a Moody’s a recortar este mes su pronóstico para el sector de “estable” a “negativo”.
El viernes el banco central no elevó las tasas por primera vez en ocho reuniones, apuntando a que planea inyectar estímulo en vez de sacarlo, apostando a que las amenazas europeas contendrán la inflación.
La economía podría crecer menos de 7% este año fiscal, por debajo del 9% pronosticado antes. Según los observadores, en el caso de India un crecimiento de 7% equivale a lo que antes hubiera sido una expansión de entre 2% y 3%, haciendo que se posterguen proyectos de inversión, los bancos reduzcan sus préstamos y aumente el descontento social.
Más al este, la creciente evidencia de una desaceleración en China subraya el hecho de que la segunda mayor economía mundial enfrenta un complejo escenario en 2012, exacerbado por el reciente boom crediticio y las adversidades de la economía global. El mayor riesgo financiero que enfrenta China es que la masiva expansión de crédito gatille un fuerte incremento de su cartera vencida. Aunque según cifras oficiales, los préstamos incobrables cayeron a 0,9% del total en septiembre desde 2,4% en 2008, la baja se explica mayormente por el fuerte incremento en el total de préstamos.
Entre cifras recientes de menor crecimiento y menor inflación, el gobierno habría cambiado su foco a una posición más expansiva.
Rusia se mantiene
Si bien la economía de Rusia ha mostrado resiliencia entre la agitación financiera global, el país enfrenta crecientes riesgos políticos por las elecciones presidenciales. Economistas citados por Reuters dijeron que esperan un crecimiento más lento el próximo año, debido a amenazas económicas más serias que complicarían el pretendido retorno del premier, Vladimir Putin, a la presidencia. La nación capeó la turbulencia de la eurozona ayudada por factores temporales, incluyendo gastos vinculados a las elecciones.
Los efectos de contagio de la eurozona podrían poner en riesgo la recuperación a través de las exportaciones y salida de capitales, a medida que los bancos reducen su exposición a este país.