Las cuentas de España continúan su
deterioro por la crisis y la menor actividad económica, unido a las
medidas de impulso puestas en marcha para combatirla, han hecho que
el déficit del Estado hasta septiembre roce el 6% del PIB, cinco
veces más que el del mismo periodo de 2008.
Así, según los datos de ejecución presupuestaria presentados hoy
en rueda de prensa por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos
Ocaña, el déficit del Estado español se elevó en septiembre a 62.780
millones de euros (US$ 94.114 millones), lo que supone el 5,96% del Producto Interior
Bruto (PIB), frente al 1,24% registrado en los nueve primeros meses
de 2008.
Los números rojos se producen ante un gasto que casi duplica a
los ingresos: 135.130 millones (US$ 202.575 millones) en pagos (el 22,6% más) frente a
72.350 millones (US$ 108.461 millones) en recursos (el 25,2% menos).
El culpable de este saldo es la crisis económica en sí misma
porque la menor actividad provoca sobre todo una fuerte caída de los
ingresos impositivos, pero también influyen las medidas de impulso
fiscal aprobadas por el Gobierno para afrontar esta situación,
aseguró Ocaña.
Sin estas medidas, agregó el secretario de Estado, la caída de
los ingresos no habría sido tan alta, sino cinco puntos inferior,
mientras que el aumento de los gastos habría estado seis puntos por
debajo del registrado.
El peor efecto de la crisis, el desempleo, se lleva la mayor
tajada del aumento del gasto: el Estado ha tenido que dedicar 13.508
millones de euros (US$ 20.250 millones) adicionales en transferencias corrientes a los
Servicios Públicos de Empleo para pagar las prestaciones por desempleo.