Cumbre del G8 arranca con las quejas de las naciones africanas
La reunión de los países ricos abordará temas como la crisis alimenticia, el cambio climático, las presiones inflacionistas, entre otros temas.
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La cumbre del G8 arrancó hoy en
Hokkaido, al norte de Japón, con demandas por parte de siete naciones
africanas para que los países ricos cumplan sus promesas de
asistencia e impulsen el desarrollo de ese continente empobrecido.
El G8, formado por EE.UU., Japón, Canadá, Italia, Reino Unido,
Rusia y Alemania, estudiará durante tres días la crisis alimentaria,
las presiones inflacionistas globales y el cambio climático, y el
miércoles divulgará un esperado comunicado conjunto.
Los líderes del G8 se reunieron hoy con los mandatarios de
Etiopía, Argelia, Ghana, Nigeria, Senegal, Sudáfrica y Tanzania,
durante una jornada muy lluviosa en la que siguieron llegando a
Hokkaido primeros ministros y presidentes de numerosos países, entre
ellos el de México, Felipe Calderón.
Se espera un comunicado del G8 sobre el desarrollo en estos tres
días de reunión, si bien los activistas no gubernamentales, muy
activos en este encuentro, temen que los países ricos se vuelvan
atrás en sus compromisos ante la actual crisis económica.
"Todos los líderes africanos pusieron un énfasis absoluto en la
necesidad de que los países del G8 cumplan con sus compromisos
pasados en cuanto a la ayuda al desarrollo y a la salud", indicó un
portavoz del Gobierno estadounidense.
Por su parte, un portavoz japonés indicó también que los países
africanos pidieron al G8 que ejerza su liderazgo en las
conversaciones entre la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP) y las economías del Continente más debilitadas por
los altos precios del crudo del continente.
Los líderes africanos también insistieron en las dificultades que
viven por la crisis alimentaria que, según el presidente del Banco
Mundial (BM), Robert Zoellick, puede prolongarse hasta 2012 a causa,
entre otros factores, de biocombustibles elaborados a partir del
maíz y vegetales aceitosos.
"No se necesitan más promesas", apuntó junto a él, en rueda de
prensa conjunta, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para
quien el mundo afronta actualmente tres crisis: el cambio climático,
las emergencias de desarrollo y la crisis alimentaria.
El secretario general de Naciones Unidas pidió al Grupo de los
Ocho que no se vuelva atrás en las promesas que hizo en anteriores
cumbres y le advirtió que el desarrollo de África requerirá al menos
destinar ayudas por 62.000 millones de dólares para luchar contra
las enfermedades infecciosas.
En la cumbre de Gleneagles en 2005, el G8 se comprometió a
aumentar hasta US$25.000 millones la asistencia a África
para 2010 y que después se duplicará hasta los US$50.000 millones, pero hay crecientes especulaciones de que habrá una vuelta
atrás en ese último acuerdo durante la reunión de Hokkaido.
Además, el interés del día lo ocuparon unas publicitadas
divergencias entre EE.UU. y Francia sobre una posible extensión del G8
para incluir las cinco economías emergentes, entre ellas Brasil y
México.
En una entrevista que publica hoy el diario japonés "Yomiuri", el
presidente francés Sarkozy indicó que el G8 necesita convertirse en
un G13, con la suma de las cinco economías emergentes, para
demostrar que toma decisiones "con justicia".
Pero Estados Unidos y Japón, ante el creciente poderío chino,
están en desacuerdo con esa idea por considerarla innecesario.
Esta es la cumbre del G8 más extensa desde 1975 pues acogerá
hasta el miércoles a mandatarios de 22 países: sus ocho miembros,
siete economías avanzadas -entre ellas los cinco emergentes China,
la India, Brasil, México y Sudáfrica- y siete naciones pobres.
El poderoso club de países reunido en Hokkaido nació en 1975 tras
la crisis del petróleo con seis miembros, a los que se unieron al
año siguiente Canadá y Rusia en 1997, cuando las ocho naciones
acumulaban el 65% del Producto Interior Bruto mundial.
Ahora suponen el 58% del PIB mundial y emiten el 60 por
ciento de los gases que producen el efecto invernadero.