La XXXVII Cumbre del Mercosur cerró hoy
con una promesa del jefe de Estado de Uruguay, Tabaré Vázquez, de
avanzar sobre los conflictos comerciales que afrontan los países del
bloque durante la presidencia semestral que asumió su país.
En la rueda de prensa en la que Vázquez recibió esas funciones de
parte del presidente de Paraguay, Fernando Lugo, el mandatario
uruguayo dijo que tratará de alcanzar medidas "que hagan desaparecer
dificultades arancelarias para que en el bloque exista solidaridad,
apoyo y complementariedad".
A la cumbre de Asunción se había llegado sin avances sobre
algunos temas comerciales como la eliminación del doble cobro de
aranceles, el código aduanero común y las trabas comerciales que
denuncian Uruguay y Paraguay para el ingreso de sus productos a
Argentina y Brasil, los socios mayores del bloque.
"Debemos comprender el pensamiento y la situación de otros
Gobiernos que encaran a su manera esta gravísima crisis financiera
comercial y social a nivel internacional", indicó Vázquez.
Durante la cumbre tampoco hubo resultados sobre una propuesta de
Brasil para la adecuación proporcional de los miembros del Parlasur,
el Parlamento del Mercosur, según el número de habitantes de los
países miembros.
Este proyecto fue trabado por Paraguay, que condicionó su apoyo,
a crear las bases de un futuro tribunal de justicia, lo que motivó
la convocatoria de una reunión extraordinaria del Consejo Mercado
Común (CMC), máxima instancia ejecutiva del bloque, para debatir el
asunto en un plazo de 30 días.