Las catástrofes naturales provocaron daños económicos globales cercanos a los 150.000 millones de euros (US$208.600 millones)
en 2008 y unas pérdidas superiores a los 30.000 millones de euros (US$40.000 millones) a
las compañías de seguros, según los datos publicados hoy por las
reaseguradoras Munich Re y Swiss Re.
Ambas compañías señalan que las pérdidas globales fueron muy
superiores a las registradas en 2007, cuando se cifraron en casi
58.000 millones de euros (US$80.000 millones), a pesar de que en 2008 se produjo un menor
número de desastres naturales (750 frente a los 960 del año
anterior).
Los desastres naturales causaron el pasado año más de 220.000
muertes en todo el planeta, la mayor cifra ocasionada por este tipo
de catástrofes desde 1970, y convirtieron a 2008 en el tercer año
más costoso de la historia para las compañías de seguros.
Las pérdidas de 2008 sólo fueron superadas por los ejercicios
2005 y 1995, en los que se produjeron catástrofes como el huracán
"Katrina", en Estados Unidos, y el terremoto "Kobe", en Japón.
En términos humanitarios, Asia fue el continente más afectado por
este tipo de catástrofes debido a las muertes provocadas por el
ciclón "Nargis" en Myanmar - 85.000 fallecidos confirmados
oficialmente y más de 54.000 desaparecidos- y por el terremoto que
azotó la provincia china de Sichuan en mayo y que causó 70.000
muertos, 18.000 desaparecidos y 374.000 heridos.
Fue precisamente este último el que provocó las mayores pérdidas
económicas globales del año, unos 60.833 millones de euros (US$84.600 millones), lo que
le convierte en el terremoto más caro de la historia después del de
"Kobe", en 1995.
No obstante, el siniestro individual más costoso para el sector
del seguro fue el huracán "Ike", que azotó la costa sur de Estados
Unidos y el Caribe a comienzos de septiembre, provocando 129 muertes
y unos daños económicos cercanos a los 10.700 millones de euros (US$14.800 millones).
El huracán "Gustav", que golpeó a la misma región varias semanas
antes, fue el segundo desastre más costoso, con unas pérdidas de
3.564 millones de euros (US$4.900 millones) para las aseguradoras y un centenar de
fallecidos.
Las pérdidas por desastres naturales fueron relativamente
moderadas en Europa en comparación con la devastación en los
continentes asiático y americano.
En Europa, la tormenta invernal "Emma", que afectó al centro del
continente a principios de marzo y provocó 14 fallecidos, fue el
desastre más caro, con unas pérdidas globales de 1,431 millones de
euros (US$1.990 millones) y unos 1.070 millones (US$1.480 millones) al sector asegurador.