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Dilma asume el sábado la presidencia de Brasil sin convencer a los inversionistas

Rousseff se comprometió a bajar las tasas de interés reales para contener la apreciación del real. Pero para lograrlo, deberá reducir el gasto fiscal, que ha subido 25% este año.

Por: | Publicado: Viernes 31 de diciembre de 2010 a las 05:00 hrs.
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Isabel Ramos Jeldres

Dilma Rousseff asumirá la presidencia de Brasil el 1 de enero, pero sigue sin convencer a los inversionistas. La inflación más alta en 23 meses, un creciente déficit fiscal y una de las monedas más sobrevaloradas del mundo serán la prioridad de la agenda económica.

Para lograr sus metas, Rousseff deberá convencer al mercado, que se ha mostrado escéptico. El índice Bovespa de las acciones más transadas ha caído 2,4% desde que Rousseff fue electa como la primera presidenta de Brasil el 31 de octubre. El índice avanzó 0,5% este año, cerca de su peor desempeño anual histórico al ser medido frente al índice MSCI de Mercados Emergentes, que ha rentado 15%.



Alta inflación

El alto nivel de inflación, que durante todo el año se ha mantenido sobre la meta de 4,5% del gobierno debido a la fortaleza de la demanda interna, ha sumado presiones para que el banco central retome el alza de tasas de interés a partir de enero. Sin embargo, la tasa de referencia Selic, ya se encuentra en 10,75%, el segundo nivel más alto del mundo, después de Croacia.

El diferencial con las economías avanzadas, como EE.UU. y la zona euro, donde las tasas están en un nivel cercano a cero, ha atraído flujos de capital, los que ha hecho subir al real frente al dólar. Según Goldman Sachs, el real es la moneda más sobrevalorada del mundo.

Rousseff se comprometió a bajar las tasas de interés reales para contener la apreciación del real. Pero para lograrlo, deberá reducir el gasto fiscal, que ha subido 25% este año, impulsado en parte debido al gasto que realizó su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva para potenciar la campaña electoral.

Reparar las cuentas fiscales será uno de los mayores desafíos de Rousseff, que heredará un déficit de cuenta corriente de US$ 49 mil millones.

La meta se complica aún más debido a que la mandataria deberá realizar millonarios desembolsos para preparar la infraestructura del país para albergar el Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.

El trabajo fácil terminó, la labor difícil queda por delante, dijo a Bloomberg el analista de ING Investment Management, Eric Conrads. Ella debe alcanzar un equilibrio entre la fortaleza de la moneda, la situación fiscal y el déficit de cuenta corriente sin matar a la economía.



Mayor proteccionismo

Otro de los frentes será el impacto que ha tenido la apreciación del real en los productores locales. El gabinete se prepara desde ya para tomar medidas agresivas a nivel comercial, como el aumento de aranceles y beneficios tributarios a los manufactureros locales.

Existe gran preocupación por el tipo de cambio, adelantó a Reuters un alto funcionario del gobierno de Rousseff. Esperábamos que la situación mejorara antes (del cambio de mando), pero no hay señales de ello y nos damos cuenta de que necesitamos actuar rápido.

Pero los observadores más optimistas se consuelan recordando que los mismos temores existían ante la llegada de Lula al gobierno, en 2003, pero no se concretaron.

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