La actividad industrial de China cayó en su peor contracción desde diciembre de 2023, revelando los primeros daños causados por los aranceles de Donald Trump y provocando llamados para que se adopten rápidamente medidas de estímulo.
El índice oficial de gestores de compras del sector manufacturero cayó más de lo esperado, desde 50,5 en marzo hasta 49, según informó el miércoles la Oficina Nacional de Estadísticas. El índice no manufacturero mostró que la actividad en la construcción y los servicios creció menos de lo previsto.
Los indicadores ofrecen una primera visión oficial sombría de la salud de la economía china después de que la Administración Trump impusiera aranceles generalizados del 145% a los productos chinos, un nivel que se espera que perjudique a un sector que contribuyó a casi un tercio del crecimiento de la economía el año pasado.
“Es definitivamente peor de lo esperado. Demuestra que los aranceles han empezado a surtir efecto”, afirmó Robin Xing, economista jefe para China de Morgan Stanley, en Bloomberg Television. Xing pronosticó una desaceleración económica significativa para este trimestre que podría desencadenar más medidas de estímulo.
El yuan extracontinental prolongó su caída frente al dólar después de que los datos no cumplieran las expectativas, antes de recortar pérdidas y subir un 0,1% hasta situarse en torno a 7,26 por dólar por la tarde, gracias al descenso del billete verde. El índice bursátil onshore CSI 300 apenas varió.
La guerra comercial ha llevado a muchas instituciones financieras importantes, entre ellas UBS Group AG y Goldman Sachs Group Inc., a rebajar en las últimas semanas sus previsiones de crecimiento para China en 2025 hasta alrededor del 4% o menos.
Los indicadores pesimistas para las fábricas se suman a las señales de alerta anteriores para los exportadores chinos, con una caída de los envíos de mercancías que podría alcanzar el 60%, según una estimación.
“Creemos que Beijing debe tomar medidas más audaces”, escribió Lu Ting, economista jefe para China de Nomura Holdings Inc., en una nota. Instó a los responsables políticos a abordar retos estructurales como la caída del mercado inmobiliario, reformar el sistema de pensiones y mejorar las relaciones con otras economías. “Beijing se ha mantenido más tranquilo de lo que esperaban los mercados, pero el riesgo es una caída de la demanda peor de lo previsto”.