Más de
300 personas fueron acusadas criminalmente y otras 200
administrativamente por fraude financiero, en operaciones por valor de US$
10.400 millones, informó hoy el Fiscal General de Estados
Unidos, Eric Holder.
Se trata del resultado de los primeros
tres meses de trabajo de la Agencia de Seguridad contra el Fraude
Financiero, creada por el presidente de EE.UU., Barack Obama, y que
comenzó a operar en agosto de este año.
"Se trata de un paso
adelante fundamental para proteger legalmente a los inversores
estadounidenses, asegurar la fortaleza de nuestros mercados y prevenir
operaciones de fraude financiero", explicó Holder, en rueda de prensa
para presentar los resultados del operativo federal.
Según
datos del Departamento de Estado, cerca de 143.000 pequeños inversores
habrían sido víctimas de este tipo de fraude financiero.
Los
más de US$ 10.000 millones estafados "representaban dinero ganado
trabajosamente e incluso los ahorros de toda una vida", informó Holder,
quien estaba acompañado por el Director Ejecutivo Asistente del FBI,
Shawn Henry.
Las inversiones fraudulentas, que prometían altas
rentabilidades, incluían falsas oportunidades de negocio o inversiones
mercados de divisas, entre otros.
En ocasiones, los estafadores eran personas del círculo de confianza cercano a los inversores.
"Nuestra misión es simple: sacar a la luz las operaciones de fraude
financiero, y llevar ante la justicia a aquellos que las realizan",
explicó Holder.
"Nuestro acercamiento agresivo y coordinado está funcionando", agregó el fiscal.
La Operación "Broken Trust" es el primer operativo de la historia de
EE.UU. que, a través de la coordinación de diferentes agencias
federales, busca detectar diversas estafas financieras que se alimentan
directamente de los inversores públicos.