La reacción a la amenaza de rebajas masivas de calificaciones en la eurozona por parte de Standard & Poor's no se hizo esperar. Una de las primeras procedía del consejero del Banco Central Europeo en representación de Francia, Christian Noyer.
Precisamente Francia se ha convertido en uno de los grandes damnificados en los mercados por la insólita advertencia de S&P. La segunda mayor economía de la eurozona se quedó fuera del grupo de países que solo verían recortado su rating en un escalón: Austria, Bélgica, Finlandia, Alemania, Holanda y Luxemburgo.
Esta exclusión provoca que su prima de riesgo supere de nuevo los 100 puntos básicos, en contraste con la mayor tregua que presentan las deudas de otros países amenazados por S&P con rebajas de dos escalones, como España e Italia.
En una conferencia celebrada en París sobre finanzas corporativas, el gobernador del Banco de Francia criticó que la metodología para evaluar las calificaciones crediticias cada vez se están volviendo más política.
En su intervención ha incidido en la responsabilidad de las firmas de ráting en la crisis: "Las agencias fueron uno de los motores de la crisis en 2008. ¿Se están volviendo un motor de la actual crisis? Esa es una pregunta sobre la que todos debemos reflexionar".
La reflexión de Ewald Nowotny incide también en los criterios políticos que está introduciendo S&P en sus decisiones. Según ha comentado en Viena el consejero del BCE en representación de Austria, "en mi opinión la acción de la agencia de ráting S&P tenía claras motivaciones políticas".
Merkel
Fuera del BCE, menos explícita se mostró a este respecto Angela Merkel. La canciller alemana dijo que "lo que hace una agencia de calificación es su propia responsabilidad". Y a preguntas de nuevo sobre la decisión de S&P, ha insistido en que no tiene nada más que añadir.
El ministro alemán de Finanzas, en un tono menos crítico, ha apuntado que la agencia de ráting pone de relieve la necesidad de llevar a cabo los ajustes fiscales planteados de cara a la decisiva cumbre europea del próximo viernes.
Fuentes gubernamentales de Francia, por su parte, desvelan que S&P tomó la decisión de emitir su advertencia masiva sobre los rátings de la eurozona el pasado martes, pero que no lo hizo público hasta última hora de ayer. Unas horas antes, el lunes a primera hora, la firma informó de la medida a Nicolas Sarkozy, que ultimaba entonces su reunión con Angela Merkel.