El mercado ya le puso un precio al rescate soberano de España: 400 mil millones de euros

Por Isabel Ramos Jeldres



España se acerca a pasos acelerado a un rescate soberano. Cataluña, que representa un quinto de la economía nacional, anunció ayer que se sumará a Valencia y Murcia en solicitar ayuda al gobierno central.

El Consejero de Economía de Cataluña, Andreu Mas-Colell, afirmó que acudirá al fondo de liquidez para afrontar vencimientos de deuda por 5.755 millones de euros en el segundo semestre (ver tabla). Aragón, por su parte, decidirá si sigue su ejemplo cuando conozca más detalles sobre las condiciones y requisitos. A este ritmo, los expertos calculan que el fondo de 18 mil millones de euros se agotaría en seis meses.

Las perspectivas de que más regiones sinceren los problemas en sus balances, arrastrando al presupuesto nacional, terminó por convencer a los mercados de que España no puede más. De hecho, los analistas ya le asigna un costo a ese escenario de 400 mil millones de euros (US$ 483 mil millones).

Estas perspectivas quedaron claramente reflejadas ayer en la subasta de bonos del Tesoro español. Aunque Hacienda logró colocar un monto mayor al previsto en el remate (3.048 millones de euros), tuvo que pagar el segundo interés más alto de su historia. En tanto, la prima de riesgo (el diferencial entre el bono español a diez años y su par alemán) llegó a un nuevo máximo, cerrando en 638 puntos base, mientras que la rentabilidad del bono a diez años se elevó a un nuevo récord de 7,62%.

Y el índice bursátil Ibex cayó 3,58%, cerrando por debajo de los 6 mil puntos por primera vez desde 2003.

El que llega primero, gana


La pregunta entonces es ¿cuándo se hará oficial la petición de ayuda? ¿A cuánto ascenderá? Y ¿cuánto dinero quedará disponible en los fondos de rescate europeos? Porque hay un elemento clave: el que solicite el rescate primero (España o Italia) se asegurará los fondos.

Capital Economics calculó en un informe, citado por Expansión, que “un rescate para cubrir las necesidades de España hasta fines de 2013 y la mitad de 2014 costaría 200 mil millones de euros. Extendiendo el programa un año, la cifra aumentaría a 300 mil millones de euros”.

Según la firma, el FMI cubriría un tercio de esa cifra. Los 200 mil millones de euros restantes provendrían de los fondos europeos. Pero a eso hay que sumar los 100 mil millones de euros del rescate a la banca española ya acordado.

Esa cifra absorbería 60% de la capacidad de asistencia de las instituciones europeas. Por lo tanto, quedaría “muy poco dinero para ayudar de nuevo a Portugal o Irlanda, y más importante, para lidiar con los problemas de Italia”. Por lo tanto, podría esperarse un alza del bono italiano en los próximos días, advirtió el analista Jonathan Loynes.

Las presiones ya se están reflejando en el panorama para el propio fondo de rescate. La agencia Moody’s, pasó la perspectiva para la calificación del fondo a negativa ayer, lo que significa que pronto podría perder su nota AAA. La medida se debe a que el lunes Moody’s había advertido que podría recortar la calificación de Alemania, Holanda y Luxemburgo, los tres principales financistas del fondo.

Listos para actuar


Ayer, el ministro de Finanzas de Luxemburgo, Luc Frieden, dijo que la zona euro está lista para ayudar a España, ante el alza de los costos de financiamiento. “En los tiempos difíciles en que estamos, uno debe seguir la situación de forma permanente, diaria, y estar listo para actuar en cualquier momento”, aseguró.

Por su parte, el director de la OCDE, Ángel Gurría advirtió que la única forma de evitar un rescate total a Madrid es que el Banco Central Europeo comience a comprar deuda española en grandes cantidades.

En Berlín, en tanto, sostuvieron una reunión el ministro español de Economía, Luis de Guindos, con su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble. Tras la cita, emitieron un comunicado conjunto llamando a aplicar lo antes posible las medidas adoptadas en el último Consejo Europeo, “en particular la construcción integral de una unión bancaria efectiva junto a una supervisión bancaria europea única”.