Por María Ignacia Alvear C.
La economía mundial se prepara para vivir su expansión más rápida desde 2010. Las buenas cifras registradas en Estados Unidos, la perspectiva de recuperación de la zona euro, y la estabilización de China y otros mercados emergentes han hecho apostar que el crecimiento global se acelerará a al menos a 3,4% en 2014, desde menos de 3% este año, según economistas de Deutsche Bank, JPMorgan y Morgan Stanley, entre otros.
“Hasta ahora, ha sido una expansión muy desigual, frágil y debajo de lo aceptable. El próximo año podría traer una transición muy importante: una transición a una recuperación más sólida, más segura y más sustentable”, comentó a Bloomberg el economista co jefe global en Morgan Stanley, Joachim Fels.
Este escenario debería ser optimista para las acciones y pesimista para los bonos. Si impulsa la confianza empresarial sobre la durabilidad del crecimiento, podría estimular más la demanda, elevando las probabilidades de que 2014 romperá el patrón de los últimos años al ser mejor, en vez de peor, de lo proyectado.
La clave para mejorar la perspectiva, dicen los expertos, es la capacidad de los bancos centrales para promover la recuperación con dinero fácil mientras persuaden a los inversionistas de no impulsar los costos de endeudamiento prematuramente.
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, agitó los mercados a nivel mundial cuando dio a entender en mayo que podría comenzar a recortar su programa de compra de activos este año. Otras autoridades se han abstenido de seguir ese tipo de jugadas.
El controlar las expectativas será incluso más vital si los inversionistas reaccionan a un crecimiento más sólido al recalibrar sus perspectivas para políticas monetarias, indicó Scott Thiel, titular del equipo de bonos globales en BlackRock.
Aunque las autoridades de la Fed están buscando moderar el alivio cuantitativo y el Banco de Inglaterra está terminando los incentivos para los préstamos hipotecarios, el Banco de Japón y el Banco Central Europeo (BCE) -que tiene su tasa en un mínimo de 0,25%- podrían intensificar los estímulos. Mientras tanto, Morgan Stanley predice que autoridades de trece mercados emergentes, como Brasil e India, elevarían las tasas de interés.
Impulso en la primera economía del globo
Por su parte, la economía estadounidense ganará impulso en 2014 ayudada por una recuperación en el mercado inmobiliario y en el gasto de los consumidores, lo que elevará el crecimiento a más de 3% desde el 1,7% estimado para 2013, pronosticó el co titular del equipo de economía global de Deutsche Bank, Peter Hooper. “EEUU es como un motor” para la expansión mundial en 2014, añadió.
Una tasa de crecimiento similar espera el CEO de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, quien señaló que estaba aliviado por el acuerdo logrado en el Congreso sobre el presupuesto ya que “no tenemos que preocuparnos de ir hacia una crisis nuevamente”. Además, Dimon dijo que el inminente recorte de estímulo de la Fed, que podría anunciarse tan pronto como la próxima semana, y tasas de interés más altas serían buenos para su banco.
El 2014 también podría ser la primera vez en tres años en que la eurozona se expanda, aunque a un tercio del ritmo de EEUU. Incluso Grecia, el epicentro de la crisis de deuda de la región, podría crecer, según cifras del Fondo Monetario Internacional. Además, Irlanda está preparando la salida del programa de rescate.
Como en EEUU, la política fiscal también está siendo cada vez menos una carga. Por eso, la economista de Citigroup, Giada Giani predijo que el próximo año habrá una expansión de 0,9% en la eurozona después de una caída de 0,4% para este año. Hans Vestberg, CEO de Ericsson, “ahora veo crecimiento en varios mercados europeos”, según el último informe trimestral de la compañía.
Una recuperación en el mundo desarrollado beneficiaría a países emergentes que dependen de las exportaciones. China, por su parte, podría crecer 8,2% el próximo año después de expandirse 7,7% en 2013, según Louis Kuijs, economista jefe de China en Royal Bank of Scotland, aunque hay analistas más pesimistas y esperan que el programa revelado recientemente por el Partido Comunista juegue en contra del crecimiento.
En el otro extremo
La política fiscal podría ir en otra dirección en Japón después de un año en que el primer ministro, Shinzo Abe, buscó un mayor estímulo para derrotar la deflación. Por otro lado, y ante la necesidad de controlar la deuda que ya supera el 200% en relación el Producto Interno Bruto, Abe aún elevará el impuesto a la venta en abril, de 5% a 8%, una jugada que “podría afectar el crecimiento”, indicó Tomo Kinoshita, economista jefe de Nomura.
Para compensar eso, el Banco de Japón probablemente fortalecerá su programa de estímulo, según David Hensley, director de coordinación económica global de JPMorgan Chase, quien además estimó que la expansión se desacelerará en 2014 a 1,5% desde 1,8% este año.
Escenarios como este en Asia han hecho que el director ejecutivo de Pimco, Mohamed El-Erian, crea que la expansión para el próximo año será sólo entre 2,5% y 3% -desde un 2,3% este año- incluso si EEUU y la eurozona mejoran su desempeño.
En tanto, Allen Sinai, director ejecutivo de Decision Economics, está de acuerdo con la mayoría de los analistas sobre un escenario favorable para la economía mundial ya que disfruta de un crecimiento más rápido y sin mayores obstáculos para una inflación más alta. Eso permitirá a la Fed y a otros grandes bancos centrales mantener las tasa a corto plazo cerca de cero, impulsado la expansión.
“La probabilidad es que tengamos una sorpresa al alza para el crecimiento el próximo año que una a la baja. Eso será un gran cambio de lo que hemos visto durante los últimos años”, afirmó el experto.