El presidente de Islandia, Olafur Ragnar Grimson, criticó en
una cena con diplomáticos extranjeros a Gran Bretaña, Suecia y Dinamarca por su
falta de apoyo en la crisis financiera, informa hoy el diario noruego
Klassekampen.
El presidente acusó a esos tres países de darle la espalda a
Islandia, la más afectada hasta ahora por la crisis financiera mundial, usando
"palabras duras" y con expresiones "directamente ofensivas"
contra los británicos, según una nota interna de la embajada Noruega
en Reykiavik a la que ha tenido acceso este diario.
"El Atlántico Norte es importante para los países
nórdicos, Estados Unidos y Gran Bretaña. Es un hecho que estos países parecen
ignorar, así que Islandia debe buscarse nuevos amigos", dijo supuestamente
Grimson.
Demás, el presidente, figura representativa y sin poder
político formal, propuso invitar a Rusia a usar la antigua base aérea de
Keflavik, controlada por tropas estadounidenses desde 1951 hasta 2006.
Ese anuncio hizo al embajador ruso, "un poco
sorprendido y sonriente", afirmar que su país no la necesitaba.
Grimson sólo elogió a Noruega y las Islas Feroe, bajo
soberanía danesa estas últimas, a quienes calificó de los únicos amigos de
Islandia por comprometer una ayuda económica concreta.
Las palabras de Grimson crearon "desconfianza y
enfado" entre los embajadores presentes, según la nota interna.
Islandia sigue a la espera de que la dirección del Fondo
Monetario Internacional (FMI) de el visto bueno al acuerdo cerrado en Reikiavik
el 24 de octubre con una delegación suya para la concesión de un préstamo de
2.100 millones de dólares, una aprobación que ha sido pospuesta varias veces.
Las autoridades islandesas mantienen un enfrentamiento abierto con el
Gobierno británico después de que éste echó mano de su legislación
antiterrorista para bloquear los activos de los bancos islandeses en el Reino
Unido.