Empresarios españoles esperan los primeros signos de recuperación para fines del próximo año

Los ejecutivos de las grandes empresas españolas prevén que empezarán a ver los primeros síntomas de recuperación económica a fines de 2013, aunque no esperan una creación neta de empleo hasta, al menos, 2014. En una encuesta realizada por Expansión entre más de setenta presidentes y directores ejecutivos de las principales compañías en la nación hispana, los directivos coinciden en calificar de adecuadas las medidas de recorte de gastos y control del déficit impulsadas por el gobierno, aunque creen que sus efectos positivos aún tardarán en notarse en la economía real.

Los directivos y empresarios españoles consideran clave para el próximo año el resultado del rescate bancario, que, según ellos, debe marcar un punto de inflexión de la crisis económica, al contribuir a restablecer la confianza en la economía española, permitir que el crédito vuelva a fluir desde los bancos hacia las empresas y estimular así el consumo.

La mayoría de los ejecutivos consultados cree que 2013 será el año de la estabilización de la economía española, tras la larga recesión que atraviesa, lo que permitirá sentar las bases sobre las que empezar a construir la senda del anhelado crecimiento económico.

Para la mayor parte de los directivos, este hito no se alcanzará antes del tercer o cuarto trimestre del próximo año.

Los máximos responsables de las grandes compañías españolas han comenzado a detectar señales de que España empieza a ser mejor percibido por los grandes inversionistas internacionales, que vuelven a interesarse por las oportunidades de negocio que se pueden abrir en el país tras un largo período de fuerte apatía.

Para algunos de ellos, el pesimismo sobre la situación económica nacional es mayor en España que en el extranjero, algo que también ocurre con las medidas que está llevando a cabo el gobierno.

Escenario complejo


Pese a estas señales de optimismo moderado, los ejecutivos advierten de que 2013 será muy complicado para la economía española, con más ajustes de costos, reducciones considerables de los niveles de rentabilidad de las empresas y una negativa situación laboral.

Los directivos más optimistas se aventuran a predecir que 2014 será el año en que se volverá a crear empleo neto en España, lo que redundará en una recuperación del consumo interno y confirmará las señales positivas que ofrecen y a las exportaciones.