El artículo de una revista publicado la semana pasada respecto de la formación de los jueces en China sirvió como un recordatorio de un aspecto de la reforma legal que ha quedado desatendido en los últimos años.
Actualmente, cualquier ciudadano chino -que sea mayor de 23 años y tenga un postgrado en leyes, y haya aprobado los exámenes para el servicio civil y judiciales y, por una regla tácita, sea miembro del Partido Comunista- puede llegar a ser juez, con sólo un año de estudio.
Sin embargo, como el artículo en Oriental Outlook destacó, aunque sólo toma un año formar a un juez en China, persiste una seria escasez de magistrados.
Ha sido una queja común en los últimos años de los jueces que son delegados del Congreso Nacional Popular durante las reuniones del organismo. Ellos dicen que los jueces suelen manejar dos a tres casos al día y trabajar los fines de semana.
Pero lo que es más preocupante que la falta de jueces es la calidad de aquellos en el tribunal, lo cual es evidente por una serie de casos de corrupción y condenas equivocadas.
Las magistraturas de China usan el sistema legal continental. Por largo tiempo, el sistema legal de China sostenía que cualquiera con la mentalidad política adecuada y la formación correcta podía ser juez.
La profesionalización de los jueces no ocurrió hasta después de la Revolución Cultural. El requisito de que “los jueces deben estar equipados con conocimiento legal profesional” fue hecho ley sólo en 1983.
Sin embargo, Oriental Outlook dijo que la formación de un año era insatisfactorio porque no hay un plan de estudios o método de evaluación estables. El período de formación es una combinación de clases legales ofrecidas en un nivel provincial y pasantías en los tribunales.
Pero la mayoría de las clases son muy teóricas para preparar a los estudiantes para la resolución de disputas, y los internados en las cortes carecen de un formato estándar y por lo tanto varían según cada tribunal.