El turismo,
la primera industria de España, se tambalea por culpa de los controladores
aéreos.
Las
pérdidas ocasionadas por la huelga al conjunto de sectores implicados
–aerolíneas, hoteles, restauración, ocio y comercio minorista– podrían ascender
a 400 millones de euros (US$ 530,29 millones), según estimaciones realizadas
por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) para el diario español Expansión.
Otras
fuentes, como Reuters, situaban las pérdidas en 350 millones de euros (US$ 464
millones). Sólo las aerolíneas dejan de ingresar 80 millones de euros (US$ 106
millones) por un día sin volar.
La
incertidumbre de lo que pueda pasar a corto plazo puede ser un desincentivo
para el turismo internacional. Entre octubre y diciembre, visitan España unos
113.300 turistas extranjeros, según datos del Ministerio de Industria. Teniendo
en cuenta que el gasto medio diario de los turistas internacionales es de 95
euros, un bloqueo aéreo como el del sábado cuesta 11 millones de euros a los
sectores afectados.
El
presidente de la patronal hotelera Cehat, Juan Molas, pidió ayer “una campaña
de choque” por parte de la Secretaría de General de Turismo, que devuelva la
tranquilidad a los clientes y desmienta cualquier posibilidad de huelga en
Navidades.
Los
exportadores también son damnificados de la huelga de controladores. España
envía a diario 1,5 millones de toneladas de mercancías a otros mercados a
través de aviones.