Un fuerte rechazo tuvo la propuesta del primer ministro heleno, George Papandreou, de someter a consulta popular el nuevo paquete de rescate ofrecido por la Unión Europea. Los líderes de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional (FMI) incluso dieron señales de bloquear parte del primer rescate a Grecia, hasta que el país no dé garantías de que cumplirá sus compromisos.
Tras haber logrado que su gabinete aprobara la idea de celebrar el referéndum, Papandreou se vio las caras en Cannes con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y con la canciller alemana, Angela Merkel, quienes convocaron al primer ministro a explicar sus planes, justo antes del inicio formal de la cumbre del Grupo de las 20 economías más desarrolladas en Cannes.
Los líderes de Europa urgieron al premier a decidirse rápidamente cómo planea atenerse a los términos del plan de rescate.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo que el próximo tramo de ayuda a Atenas por 8.000 millones de euros
(US$ 11.000 millones), correspondientes al primer rescate, no estaría disponible hasta después de haberse efectuado la consulta griega, lo que fue respaldado por el presidente francés.
“Los países que no cumplan con las reglas acordadas del 27 de octubre deberán dejar la eurozona”, dijo Sarkozy. “Estamos preparados en el caso de que Grecia deje la eurozona”, añadió. A la reunión también asistieron el nuevo presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi; la líder del FMI, Christine Lagarde; y el Comisario de Asuntos Monetarios, Olli Rehn. Barroso advirtió que las medidas acordadas por la Unión Europea para ayudar a Grecia “debían ser implementadas teniendo en cuenta la estabilidad en el país”. Sarkozy agregó que de llevarse finalmente a cabo la consulta, ésta debiera ser lo antes posible, refiriéndose a la fecha que dio Papandreou: entre el 4 y el 5 de diciembre. La cumbre abrirá hoy oficialmente con una discusión a la hora del almuerzo sobre Grecia y la crisis de deuda soberana.
Grecia dividida
Los legisladores griegos finalizarán mañana su voto de confianza sobre la administración del premier, quien defendió su referéndum porque daría un fuerte mensaje dentro y fuera de Grecia sobre el curso del país dentro de Europa. Papandreou está apostando a que los votantes apoyen al euro por sobre su rechazo a las medidas de austeridad.
Sin embargo, el mandato de Papandreou se ha visto debilitado después de que un legislador de su partido socialista Pasok desertara, dejándolo con 152 diputados en la cámara de 300 representantes, mientras otro, Vasso Papandreou, pidió la formación de un gobierno de unidad nacional. Otros cuatro legisladores criticaron los planes de la consulta, estando a punto de desertar, y otros seis miembros del partido pidieron la renuncia del premier en una carta conjunta.
Antonis Samaras, líder del mayor partido de oposición, dijo a sus diputados del parlamento griego que las elecciones eran imperativas. “Papandreou puso al país en el epicentro de la tormenta global por sus propios intereses”, dijo en un discurso televisado.
Incertidumbre incesante
El presidente de los ministros de Finanzas de la eurozona, Jean-Claude Juncker, afirmó que Grecia podría ir a la quiebra si los ciudadanos rechazaban el paquete. El ministro de Finanzas japonés, Jun Azumi, indicó que “todos están desconcertados”.
De perder la consulta, la economía griega enfrentaría un desorden que azotaría a la banca europea, como la gala y la germana (las más expuestas a Grecia) y amenazaría a economías más grandes, como España e Italia, potenciales víctimas del contagio.
Inversionistas se mantienen divididos
La volatilidad del mercado hizo al fondo de rescate europeo retrasar una venta de bonos por 3.000 millones de euros que ayudarían a financiar el rescate de Irlanda. El vocero del fondo, Christof Roche, citó a las “condiciones del mercado”, agregando que esperarían el resultado de la cumbre del G20 antes de vender la deuda. El gobierno irlandés rehusó confirmar si los ingresos previstos por esa emisión iban a ser utilizados para financiar el programa de ayuda a ese país, el segundo de la eurozona en ser rescatado.
En este escenario, los inversionistas van a tener su atención dividida entre Cannes y la reunión en Frankfurt del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, que será presidido por primera vez por el italiano Mario Draghi. Estarán buscando pistas para saber si acaso el banco impulsará su compra de bonos o dará un giro hacia tasas de interés más bajas.
Las señales de que la eurozona está moviéndose hacia una recesión fueron subrayadas por datos que mostraron que la manufactura se contrajo por tercer mes consecutivo en octubre a 47,1 puntos desde los 48,5 de septiembre.