La Reserva Federal (Fed) inicia mañana una reunión de dos días, en la que probablemente mantendrá sin cambios la tasa de interés y bajará sus expectativas de crecimiento para EEUU, según los expertos.
El Comité de Mercado Abierto, que dirige la política monetaria de EEUU., concluirá sus discusiones el miércoles y al término de la reunión divulgara un comunicado con las nuevas proyecciones económicas.
Además, tras la reunión comparecerá ante la prensa el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, tal y como se comprometió a hacer cuatro veces al año.
La mayoría de los analistas y los mercados espera que la Fed mantenga la tasa de interés de referencia entre 0 y 0,25%, como ha venido haciendo desde diciembre de 2008 para estimular el consumo y, por tanto, el crecimiento económico.
Esta es, además, la última reunión de la Reserva antes de que complete, el 30 de junio, la segunda tanda de adquisiciones de bonos del Tesoro, instrumento con el que habrá inyectado en la economía unos US$ 600.000 millones.
Han pasado dos años desde que concluyó en EEUU la recesión, pero el ritmo de crecimiento de la actividad económica ha estado disminuyendo desde finales de 2010, y el índice de desempleo se mantiene por encima del 9,1%.
Tras su reunión de fin de abril, la Reserva ya rebajó su expectativa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año a entre 3,1% y 3,3%, frente al 3,9% de enero pasado.
Un panel de 51 economistas encuestados hace unas semanas por el boletín Blue Chip Economic Indicators, mostró una expectativa promedio de crecimiento económico para 2020 de 2,6%.
También se espera que la Reserva corrija su expectativa de inflación. En enero el banco central había calculado una inflación de 1,3% a 1,7%; mientras que en abril subió a un rango de entre 2,1% y 2,8%.
El otro dato, con impacto político cada vez más notorio al aproximarse el comienzo de la temporada electoral es el índice de desempleo sobre el cual la Reserva expresó optimismo en sus predicciones de abril.
A comienzos del año la Reserva había calculado que el desempleo en todo 2011 estaría entre 8,8% y 9%, y tres meses después mejoró la expectativa al 8,4% y 8,7%. Pero en mayo el índice de desempleo volvió a subir a 9,1%.
Para Bernanke, las preocupaciones no se limitan a los altibajos de la economía de EEUUs, sino que se extienden a los volátiles precios del petróleo y, ahora más que hace un año, a los problemas europeos.
Los mercados financieros siguen atemorizados por una posible cesación de pagos de Grecia y la deuda que aqueja a Portugal, Irlanda, España e Italia.