El Senado francés dio hoy su aprobación definitiva a la
reforma de las pensiones, que elevará dos años la edad mínima legal de
jubilación en Francia y que todavía tendrá que ser votada por la Asamblea
Nacional.
Por los 177 votos a favor de los conservadores y algunos
centristas, y los 151 en contra de la oposición de izquierdas, la cámara alta
refrendó el texto consensuado por una comisión mixta de senadores y diputados.
El plan eleva la edad mínima legal de jubilación de los 60 a
los 62 años y de los 65 a los 67 la edad para percibir la pensión completa, y
todavía tendrá que someterse este miércoles al voto de la Asamblea Nacional,
donde el partido del Gobierno, la UMP, goza de una mayoría todavía más amplia
que en la Cámara alta.
El trámite en la Cámara alta se ha prolongado durante 16
días y 143 horas, lo que lo ha convertido en el examen más largo desde el
inicio de la V República, en vigor desde octubre de 1958.
Al término de la sesión, el ministro de Trabajo, Eric
Woerth, aseguró que el Senado pronunció hoy un "voto histórico".
El próximo jueves, los sindicatos han convocado a los
trabajadores a una nueva jornada de huelgas y protestas contra el proyecto
estrella del mandato del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.