Más inversión en infraestructura, en lugar de prohibiciones a las exportaciones, debiera ser la solución para las crisis de alimentos que penden sobre los mercados emergentes, dicen analistas.
“Si uno realmente quiere equilibrar la demanda y el suministro de alimentos, uno no sólo debiera invertir en semillas y fertilizantes y apostar a los patrones de consumo, sino también invertir en infraestructura como instalaciones de procesamiento y almacenaje de comida”, dijo el director administrativo y jefe de agronegocios de la administradora de fondos Deutsche Asset Management, Ralf Oberbannscheidt.
“Esto es especialmente cierto en los mercados emergentes”, agregó.
Mencionó la prohibición de exportar trigo impuesta por el gobierno de India en 2007, que hizo subir los precios globales porque el país era el segundo mayor productor de granos del mundo.
La prohibición resultó en reservas de más de 65 millones de toneladas hasta este mes -más del doble que las reservas que necesita India- y el gobierno admitiendo que cosechas y vegetales frescos van a la basura porque no hay lugar para almacenarlas. Cerca de 40% de cosechas de frutas y vegetales se perdieron porque el país no tiene la infraestructura necesaria de almacenaje y transporte, muestran las cifras oficiales.
El gobierno está preparando una nueva legislación sobre seguridad alimenticia y revisando la prohibición de exportar trigo y arroz.
Oberbannscheidt advirtió que “no es tecnológicamente difícil construir bodegas, pavimentar caminos y construir plantas de procesamiento”.